Capítulo II | Error

43.3K 2.6K 1.4K
                                    


Capítulo 2. Error. 

6 de Diciembre. (Actualidad).

Lía Miller.

Yo solo quería que Dios se apiadara de mí y me diera unos mejores pechos para lograr lucirlos en uno de los días más importantes de mi vida. Sin embargo, no. En lugar de apiadarse se mofó en mi cara y me mostró que mis pechos seguirían siendo dos pequeñitos limones por el resto de mi vida.

Agregar carita triste. :(

Mientras Josh me mostraba la fotografía solamente me imaginaba los millones de filtros que había podido utilizar si aquella fotografía la hubiese tomado yo con mi móvil no quedaría siendo parte del anuario de secundaria.

Sí, así es, empiezo el relato de mi vida hablando de problemas de la generación Z.

Torcí mi rostro de una forma tan obvia que el especial hombre que tenía al lado mío empezó a reírse exageradamente.

—Dios... ¿quieres quitar esa cara? No te ves mal.

Si Josh tuviese la cantidad de hormonas que me visitan antes de la llegada de mi periodo entendería todas mis preocupaciones.

—No. Puede. Ser.

Levanté mi mentón solamente para ver como mi mejor amigo giraba los ojos y decía las alentadoras palabras:

—No te preocupes, al menos no saliste horrorosa, como sueles... —Le codeé antes que siguiese hablando.

Era el día de mi graduación. Tenía el mundo a mis pies: Una carrera coronada, un apartamento en Boston y un posible trabajo en mi soñado Nueva York.

¿Qué más podía pedir?

La vida real nunca estuvo tan cerca de mis sueños. Realmente, estaba a pocos días de cumplir todo lo que siempre soñé y, lo mejor de todo, es que estaría al lado de la persona que siempre había estado junto a mí: Joshua Bianchi.

A todo esto, en lugar de celebrar con mis padres, como cualquier persona normal lo haría yo preferí salir con Josh y celebrar con algunos amigos de la facultad.

¿Por qué?

Bueno..., mi padre probablemente celebraba estar borracho con su "único hijo" y mi madre, probablemente celebraba estar en Paris con su mejor amiga. No culpaba a mi madre, ella siempre tuvo un espíritu aventurero y bueno..., tenerme a mí no fue su mejor decisión.

Realmente esta noche no quería recordarme las miserias que me había tocado vivir, esta noche planeaba brindar por todo lo bueno que tenía hasta ahora y, para ser sinceros, era mejor que cualquier cosa que imaginara.

—¿Quién se amarrará las bolas y se decidirá por invitarnos a ir a un buen club? —Habló de pronto, Archie.

Entonces saliendo de la multitud se asomó Zack. El guapísimo Zack. Zack, es el típico tío que todo el mundo se quiere comer.

Incluyéndote.

Oh, aquí vamos. Claro. 

Preséntame. 

Debo presentarles a mi mente...

Hola, guapos.

Como saben, todos tienen una subconsciente. Bien, todo normal. Se supone que ella es mi subconsciente, pero no. Mi consciencia es como un diablillo que me acompaña todos los días. No soy yo, es una maldita mini yo que la empecé a escuchar desde que cumplí los quince. No soy la única, ¿no?

Ahora todos los que lean esto pensarán que deberías estar con un psiquiatra.

Sí, lo mismo pienso pero... ¡Vamos! ¿Quién no tiene a pepe el grillo versión malote en su cabeza?

Solo Dame 9 Meses ©Where stories live. Discover now