Capítulo XXI | Celos

26.3K 1.9K 257
                                    




Capítulo 21. Celos.

Sólo Dame Nueve Meses

Por supuesto que había llamado a Sophia aquella noche, afortunadamente, ella había terminado temprano su turno en el trabajo; así que, cuando le comenté acerca de mi imprevista salida con un doctor, no dudó en conducir hasta mi apartamento y ayudarme a prepararme. Ella no dejaba de repetirme lo mismo: "Lía, eres una desgraciada con demasiada suerte".

Sophia me ayudaba a subir la cremallera de mi vestido. Era un vestido rojo, bastante sencillo, apropiado para el frío de Boston, y por supuesto, para la forma actual de mi cuerpo. Ni en un millón de años me imaginé que usaría el vestido que mi madre me había regalado hace tres años errando totalmente mi talla, sin embargo, heme aquí. El vestido me quedaba perfecto.

—Déjame retocar esos pálidos pómulos —me dice Sophia, acercándose a mí con una brocha y rubor. Yo solamente me mantuve de pie, dejando que ella se encargara de los últimos detalles, Sophia era mucho más perfeccionista que yo en todos los sentidos, tomaba las decisiones correctas, sabía mantener un trabajo y sus relaciones solían durar mucho más que las mías. Por esta misma razón es que ambas somos muy amigas. Cuando nos conocimos en el baño de la facultad, lo primero que hizo ella fue ofrecerse a arreglar mi peinado, dijo que le causaba estrés verme de esa manera. Desde entonces, Sophia y yo empezamos a reunirnos. Ambas nos hicimos parte del círculo social de cada una, sin embargo, solamente nosotras hemos prevalecido.

—Dime que me veo bien —dije, no me daba cuenta de cuán nerviosa estaba hasta que escuché mi voz salir.

Sophia me miró fijamente y puso sus manos en mis hombros.

—Lía, te ves maravillosa.

Sonreí. Sophia era un ángel para mí, siempre es sincera, jamás titubeaba al decir la verdad, por supuesto que me ayuda muchísimo escucharla asegurando que me veo bien.

—Gracias, Sophia.

Ella niega con la cabeza y trata de quitarle importancia moviendo sus manos. —No es nada, Lía. Sé que la has pasado muy mal estos días y lo que más deseo justo ahora, es que vayas a disfrutar con ese delicioso doctor de ojos azules —dice, y yo me río. Recordé que yo no había dejado de hablar sobre los ojos azules de Aaron desde que Sophia piso el apartamento.

—¿Ya mencioné que sus ojos brillan...?

—Más que la luna, sí, sí, Lía. Lo has hecho más de tres veces.

No podía evitarlo, era imposible. Aaron me parecía demasiado apuesto, pero lo mejor de todo es que él no solamente se veía bien; Aaron hablaba bien, vestía bien, olía bien y su forma de ser conmigo lograba poner una maravillosa cereza en el pastel. Era perfecto y ni siquiera podía asimilar cómo era posible que estuviese arreglándome para salir con él, sí, salir con mi doctor. Todo ha sucedido tan rápido que ni siquiera me ha dado tiempo de fantasear con él y nuestra cita antes de ir a dormir.

¿Cita?

¿Debería de asegurar que se trataba de una cita?

—No es mi intención arruinar esta noche —habla Sophia, esfumando todos mis pensamientos sobre Aaron —, pero, ¿qué pasó con Josh?

Tragué saliva. Tengo en mente a Josh todo el tiempo, sin embargo, esta noche mi mente ha estado ocupada pensando en todo lo que está bien con Aaron. A pesar de todo, jamás podría quitarme de la cabeza mi pequeño problema con él...

Pequeño, claro.

Debo decirle que es padre. Dios. No sé por qué he llegado hasta este punto.

Solo Dame 9 Meses ©Where stories live. Discover now