Capítulo XI |Confusión

26.8K 1.9K 353
                                    




Capítulo 11. Confusión.

Sólo Dame Nueve Meses

De pronto, Josh se levanta sobresaltado de la camilla en la que se encontraba junto a mí. Este palidece rápidamente, al mismo tiempo que encuentra unos ojos preocupados con Ashley.

— ¿Ashley? Dijo, casi tartamudeando.

—Bueno, yo..., me preocupé, al ver que Lía no había salido así que vine y bueno..., parece que están muy cómodos —responde ella amargamente.

No se veía muy feliz, bueno es decir, obvio que no está feliz, su novio estaba conmigo y la escena no era muy agradable.

Ganando más puntos para que me odie.

—Permiso — bufó ella molesta, y se retiró.

Josh sin pensarlo, empieza a seguirle.

Tal cual príncipe en busca de su princesa.

¿Echándole limón a la herida, querida mente?

Es mi trabajo.

Quedando sola otra vez en el cuarto del hospital, suspiro con tristeza y con algo de desesperanza. Sin embargo, recuerdo el sentimiento que me había transmitido mi mejor amigo anteriormente y sonrío para mí misma.
Una gran familia susurro completando la frase que se suponía que Josh debía decir, o es lo que yo quería que él dijese — ¿No piensas eso bebé? —finalicé hablándole a mi vientre.

Estás enamorada de él —. De pronto, la voz de la odiosa madre de Josh se escucha en el cuarto. Silvia.

¿Disculpe?

—Veo como lo miras. Siempre lo he visto.

Yo intento digerir las cosas que está diciendo y empiezo a palidecer.

—No sé de qué habla, señora Bianchi aparté mi mirada de ella, evitándola —. Josh, siempre ha sido solamente mi mejor amigo.

—Joshua no es solamente tu mejor amigo, y lo sabes. Sientes algo por él y no puedes ocultar eso de mí. Puedo ver ese brillo en tus ojos —ella vaciló unos segundos —, ese brillo que no había visto desde que...

— ¿Brillo? — Le interrumpo.

—El brillo con el que tú lo miras. No pensé que diría esto pero... —. Silvia, por primera vez en la vida me lanza una sonrisa y yo me empiezo a preocupar. —Sé que lo amas, y no se puede luchar contra un amor así de puro.

Veo tristeza en sus ojos y todo empieza a tornarse extraño para mí. Ella jamás había actuado como la persona que estaba siendo justo en este instante conmigo. Era como si algo la hubiese redimido repentinamente.

No sabe lo que dice.

—El bebé... No es de otro hombre, ¿cierto? — Su pregunta fue casi una afirmación. Sus palabras me helaron la sangre. — El bebé es de Joshua —finalizó, mirándome fijamente. Yo pude observar como sus ojos empezaban a volverse dos bolas de sangre. Silvia estaba llorando frente a mí y aquello empezaba a confundirme más.

—Usted en serio no sabe lo que dice —respondí con la voz rota.

Ella me enfrentó con su mirada. Era fría y calculadora. Analizaba mis gestos como si de un interrogatorio se tratase. Yo sabía que me encontraba atrapada, Silvia sabía lo que decía, ella sabía más cosas.

—Joshua me contó sobre su noche, cuando estaban ebrios... —hizo una pausa y tensó su mandíbula —, él estaba consciente de que había sido un error, un pecado que tenía que confesarle a Ashley. Lo hizo y ella decidió perdonarlo. —Silvia tragó saliva. Era como si estuviese decepcionada de recordar aquello — A lo que quiero llegar con esto es que, nunca quise que él estuviera contigo, por razones muy justificadas. —Ella se enderezó orgullosa de lo dicho — Sin embargo, siempre me fue imposible alejarlo de ti. Era imposible luchar contra el brillo de sus ojos mientras me hablaba de su gran y única amiga: Lía Miller.

Solo Dame 9 Meses ©Where stories live. Discover now