Capiítulo VII| La Rama

26.2K 2K 263
                                    


Capítulo 7. La rama.

—Debo irme —resoplé, apartándome lo suficiente de él.

—Te llevaré a tu apartamento, Lía. Insisto. Es demasiado tarde.

—No, Josh. Tú tienes que hacer muchas cosas. Debes aprovechar al cien el tiempo que tienes —suspiré — con Ashley. Yo puedo cuidarme sola.

— ¿Segura? —Él ladea su cabeza junto a su ceja. Sus ojos brillan en busca de algo y yo me derrito. Dios, castígalo por ser tan lindo, y castígame a mí por no haber visto eso antes.

—Segura —asentí, al mismo tiempo que salía de los pensamientos intrusos.

— ¿Segurísima?

Él me miró en espera de una respuesta y yo simplemente me quedé gélida.

—¡Adiós! —Me apresuré a decir antes que mi mente me empezara a jugar algo que yo no quería. No podía seguir mirando a Josh a los ojos..., sus dulces y comprensivos ojos.

Me doy la vuelta y me dispongo a caminar, sin importar lo que sea que siga diciendo mi amigo detrás de mí. Caminando y analizando el clima, pienso en la idea de caminar hasta mi edificio. Afortunadamente, no está lejos, solo debo cruzar un parque. Así que me despido de la idea del Uber y me encamino a mi hogar.

Mi teléfono vibra, así que lo cojo y veo un mensaje:
«Josh: Ve con cuidado, señora caprichosa. Te quiero».

«Yo: Es señorita».

Evidentemente ignoro el "te quiero".

Encojo los hombros para acurrucarme en mi chaqueta. El frío empieza a calarse y yo empiezo a maldecir mis decisiones. No obstante, empiezo a concentrarme en el paisaje que siempre ofrece Boston y el frío empieza a pasar a segundo plano.

— ¡¿Lía?!

«¿Esa es la voz de Sophia?». Frunzo el ceño.

—So... —busco a mí alrededor, pero no hay nadie.

— ¡Arriba las manos!

Yo saco un grito de señor barbón y albañil cuando alguien me coge por los hombros. Sin embargo, pude reconocer su voz rápidamente y supe que se trataba indudablemente de Sophia.

— ¡Mierda! —Espeté — ¿Estás loca? ¿Querías matarme del susto? O, debo decir: ¿Querías matarnos? — Señalé mi vientre.

Ella se echó a reír.

—Lo siento. Es que disfruto mucho cuando gritas como señor con el pecho peludo.

El grito de macho pecho peludo siempre provenía de mis entrañas cuando me asustaba, era el grito más real.

—Gracias a Dios que no fuiste un ladrón —acomodé mi chaqueta—Te hubiese dado una patada al estilo Jackie Chan, ¿sabes?

—Sí, claro. Creo que debes de dejar los chocolates, Lía. Pero, a ver, ¡hablemos de tu nuevo corte de cabello! ¡Qué hermosa te ves!

Sonreí

— Gracias, Sophi, de verdad... Por cierto, ¿Qué haces aquí? —pregunté al fin.

Ella se tomó un momento y suspiró con cansancio antes de responder.

—Decidí salir con Thomas —Sophia señala al moreno que estaba a unos pasos de nosotras. Él se encuentra hablando por teléfono a pocos pasos de distancia. Thomas es el folla-amigo de Sophi, sin embargo, ella sabe que él es mucho más que eso; solo que no quiere aceptarlo. Sophia y yo somos algo parecidas en algunas situaciones. —. Ocupado, como siempre —sonrió triste.

Solo Dame 9 Meses ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora