Capítulo XVI | Revelación

24.1K 2K 331
                                    


Capítulo 16. Revelación

Sólo Dame Nueve Meses

Todos estaban afuera expectantes de los resultados.
Finalmente, había llegado el día. Había decidido que sí quería saber el sexo de mi bebé. Así que me encontraba en el hospital general de Massachusetts, una vez más. Mi doctor, Aaron, no se encontraba disponible, aparentemente estaba en medio de una cirugía, así que otro doctor sería quien me practicaría el ultrasonido y me daría los resultados el día de hoy. Para ser honesta, me sentía un poco decepcionada de aquella noticia, pues ya me había acostumbrado a Aaron.

—Acuéstese ahí —dice, el doctor, señalando a una camilla.

Yo me acuesto y siento cómo él procede a pasar el transductor de ultrasonidos en mi vientre.
Antier ya habría cumplido 19 semanas de embarazo, y mi panza ya era muy visible, ya no había forma de ocultarle a nadie mi embarazo, tampoco era algo que me importaba.

Mientras el doctor mueve el aparato a través de mi vientre y ve con atención la pantalla del monitor, yo veo el techo. Me encuentro impaciente, con el corazón a mil y la ansiedad me empieza a invadir, ver al monitor empeoraría mi situación. Estoy muy nerviosa.

De pronto, la puerta se abre y yo no logro ver de quien se trata, pues me encuentro casi inmóvil por los nervios. Cuando esta se cierra escucho unos pasos aproximándose.

—Muy bien, Lía — Su voz penetra en lo más profundo de mis sentidos y me provoca una paz repentina. Por alguna razón, sonrío ante su presencia. Es Aaron — ¿El doctor Campbell se está portando bien contigo?

Yo asiento sonriente.

—Lamento no haber podido estar a tiempo —dice.

—Gracias por venir, de todos modos —digo. Entonces, él se aproxima a mí, para poder verme a los ojos.

— ¿Todas esas personas en la sala de espera son tu familia? —me pregunta, él tiene una sonrisa. Dios. No había tenido tiempo para repasar en lo bien que se veía usando bata.

—No. Bueno, sí, mi madre está ahí y algunos amigos —respondo.

— Entiendo —dice, riéndose —, ¿dónde está el novio?

Yo me reí.

—Bueno, la cuestión es que yo no tengo novio, prometido, esposo o amante. Le comenté acerca de mi problema con mi amigo.

—Sí. Tu mejor amigo, lo recuerdo —asiente, casi burlándose — ¿Has resuelto eso?

—¿Lo decepcionará escuchar un no?

Él se empezó a reír negando con la cabeza. Metió sus manos en los bolsillos de su bata y se retiró para echarle un vistazo a la pantalla del monitor.

—Deberías de saber, Lía —le escucho decir —, que una mujer como tú no debería de por qué tener ningún tipo de inseguridad.

Yo me estremecí. Él hablaba a lo lejos, así que no pude ver su rostro ni él el mío, lo cual fue una ventaja pues empezaba a sonrojarme. No dije nada, solo sonreí para mí misma. Posteriormente, se despidió pues tendría otra emergencia que atender, pidió al otro doctor Campbell que le enviara los resultados del ultrasonido y se retiró de la habitación. Aquello me había entristecido un poco. No comprendo qué me sucede.

—Bien —dijo, el doctor Campbell —. Todo Luce perfectamente bien...

Yo espero que continúe, pero su larga pausa me desespera, así que hablo:

— ¿Podría decirme que es de una vez?

Yo en serio estoy ansiosa, mis manos sudan y mi corazón va a mil.

Solo Dame 9 Meses ©Where stories live. Discover now