Capítulo 7

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Salted Wound - Sia

Hinata sabía que tenía que hablar, que debía aclararle que ella no era la mujer experta que pensaba él podría querer en la cama, pero los nervios la mataban

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Hinata sabía que tenía que hablar, que debía aclararle que ella no era la mujer experta que pensaba él podría querer en la cama, pero los nervios la mataban. De pronto se vio empotrada contra la pared mientras Naruto la besaba con vehemencia, con hambre, la lamía y gruñía sobre sus labios. Sus manos recorrieron su cintura, sus caderas hasta llegar a su culo y apretarlo, utilizándolo como palanca para empujarla hacia arriba.

Le rodeó las caderas con las piernas y trató de seguir su ritmo, sus exigencias, su pasión desenfrenada. Sentía desfallecerse, pero no podía permitirle llegar hasta el final antes de decirle la verdad. Intentó cortar el beso, pero él la mordió y ella gimió debido al escozor que sintió.

―Naruto...

No la escuchó, los giró a ambos y la llevó hacia la cama, tendiéndola sobre la mullida superficie sin separarse un milímetro de ella. Hinata estiró su mentón hacia atrás cuando él le apretó los pechos por encima de su blusa y mordió la piel descubierta de uno.

―Tengo tantas ganas de ti ―gruñó él acariciando sus piernas y lamiendo su clavícula―, que podría comerte entera.

Hinata apretó sus muslos y gimió cuándo lo sintió, endurecido contra su cadera. Tenía que decírselo, pasase lo que pasase tenía que decírselo.

―Naruto espera ―Puso ambas manos sobre su pecho cálido―. Hay algo que tengo que decirte.

―Ahora no ―Le devoró los labios, hambriento de su ser, de su sabor dulce. No, no podía esperar a unirse a ella, a enterrarse profundamente en sus entrañas―. Puede esperar, ángel.

Hinata deseaba que fuese así de sencillo, pero apartó la boca sintiéndose sedienta de él inmediatamente.

―Naruto escucha ―Él se detuvo, acariciándole las mejillas encendidas, enamorándose de su rostro lleno de pasión―. Tengo que serte sincera. No puedo hacer esto contigo.

― ¿Porqué? ―ladró confundido, asustado de que ella se rectificara cuando ya estaban allí proclamándose pertenencia mutua.

Ella tomó una profunda inhalación.

―Estoy enamorándome de ti ―confesó y él sintió como sus latidos se aceleraban―, y si no detengo esto acabaré con mi corazón roto.

―No, no lo harás ―La besó y Hinata se aferró a su espalda, devolviéndole el beso. Se separó unos cuantos milímetros―. Aclararemos todo después, ahora quiero hacerte mía.

Ella negó con la cabeza.

―No lo entiendes.

Elevó una ceja.

― ¿Qué es lo que no entiendo?

Hinata apretó los párpados, inhalando y exhalando. Le preocupó que lo que sea que no entendía los separara para siempre. No, nada de lo que dijera lograría alejarlo de ella. La quería. Había caído rápido y duro por ella. La soñaba, la anhelaba a su lado. De repente su cama se le hacía inmensa y las ganas de amanecer a su lado se volvieron casi incontenibles.

ANGEL - NaruhinaTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang