Naruto Namikaze; un hombre exitoso cuyo pasado todavía le atormenta, decide nunca volver a enamorar a una mujer de la cual no esté verdaderamente interesado. Esa promesa le ha costado años sumido en la soledad, aislado en su torre de marfil y vivir...
Love the way you lie (Parte II) - Eminem ft. Rihanna
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Naruto bebió de su copa de brandy cuando Sasuke se colocó en posición, apoyó el taco de billar sobre sus dedos y lo impulsó con todas sus fuerzas rompiendo la forma triangular en que las bolas estaban colocadas sobre el paño de la mesa. Era casi la media noche y todavía no sentía sueño, no cuando Hinata no dormía junto a él, por lo tanto, llamó a su mejor amigo para que juntos tomaran unas copas y jugaran unas cuantas partidas buscando matar el tiempo.
Ambos se habían quitado el saco, quedando únicamente en camisa y un poco más relajados, conversaron acerca de su compromiso.
―Entonces mi niño bonito se nos casa ―comentó el pelinegro, rodeando la mesa para golpear una bola desde otro ángulo.
Él sonrió.
―Es lo que más deseo ―respondió y sacó el celular de su bolsillo cuando vio a Sasuke meter otra bola más. Hacía más de una hora que le había enviado un mensaje a su prometida y extrañado notó que no le contestaba. Lo más seguro se había quedado dormida, pensó sin prestarle mucha atención.
―Me imagino que seré tu padrino ¿no? ―Lo cuestionó su amigo, fallando el tiro que había hecho. Naruto volvió a guardar su teléfono y tomó posición en una de las esquinas de la mesa.
Asintió.
―Perfecto, te prepararé la mejor despedida de soltero que jamás se haya planeado en todo el jodido Londres.
Naruto gruñó mientras medía la distancia y fuerza que debía emplear.
―Al igual que Shikamaru, no quiero una. O en determinado caso, no quiero una fiesta donde vayan a aparecer múltiples mujeres desnudas con senos falsos dispuestas a hacerse una orgía con mis amigos y conmigo.
―No seas aguafiestas, Naruto. Estás por condenarte a joder un único coño de por vida, date una probada antes de eso. Ella ni siquiera lo sabrá y no es como que te las vayas a follar, una manoseada por aquí no le hace daño a nadie ―insistió Sasuke con su característica sonrisa de lado.
―He dicho que no, a mí no me gustaría que un jodido stripper toque a mi chica ―siseó empujando el taco con fuerza y logrando meter dos bolas de una sola vez.
―Tú te lo pierdes, hermano ―Él simplemente se encogió de hombros y se incorporó cuando perdió su turno.
Su celular vibró en ese instante y él dejó su copa sobre la mesa de billar para poder responder, seguro de que era su ángel. Su sonrisa fue lo primero que vio en la pantalla de su IPhone, por lo que sonriendo, se lo llevó a su oído esperando escuchar la voz de su novia.
―Pensé que te habías dormido, an...
― ¿Dormida? ―Su cuerpo se tensó como la cuerda de un violín cuando Toneri le habló desde el teléfono de su prometida―. Por supuesto que está dormida, digo, la conoces bien. Sabes lo salvaje e insaciable que es en la cama.
