Capítulo 29

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Where's my love? - SYML

Where's my love? - SYML

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Sí, le dolía en el alma.

No iba a negar algo evidente.

¿Pero qué más se podía esperar? Las cosas entre ellos jamás se solucionarían de la noche a la mañana, mucho menos entre gemidos, jadeos y ruegos. Él no había planeado que nada de eso pasara, simplemente sucedió y aunque por dentro sentía una daga ardiente enterrándose en su carne, al menos podía estar seguro de una cosa: el amor no era el problema entre ellos, era la desconfianza y la desilusión.

Su dolor no tenía comparación con el suyo, y sabía que debía ir poco a poco con ella. Si ella deseaba hacerle daño, se dejaría, lo merecía, pero no claudicaría, no cuando la meta era el amor de su vida y la oportunidad de vivirla a su lado. Y se lo dejaría bien claro de una vez. Su lucha apena estaba iniciando... pero la ganaría. Por Dios que lo haría.

Puso la nota que escribió sobre una superficie visible para ella y mirando una última vez hacia su habitación, se dio la vuelta y se marchó.

El plan de reconquistar a su ángel entraba en acción.

Hinata despertó y gimió por el terrible dolor de cabeza, había llorado bajo las sábanas hasta que su cuerpo no lo soportó más y cayó rendida en la inconsciencia. Ahora sus ojos estaban hinchados, sus labios agrietados y su corazón lidiaba con una nueva herida.

Se había sentido tan bien... tan, pero tan bien estar con él. Su boca con la suya, su cuerpo sobre el suyo, tanto que juró que sentía que revivía, que la inyectaban de adrenalina, de motivos, de ganas. Había revivido a la vieja Hinata que amaba a ese hombre con todas sus fuerzas esa noche y le dolía en el alma no poder simplemente sucumbir a su amor, ya no podía, aunque quisiera. El daño provocado la derrotó y ella no estaba dispuesta a arriesgarse una vez más.

Salió de las sábanas y se encerró en el baño. Estaba hinchada y tenía ojeras, sin embargo, sus ojos reflejaban un brillo que hace muchos meses no veía. Sabía lo que era, o al menos, la razón que se escondía tras esa luminosidad. La ilusión del amor pugnaba por colarse en sus neuronas y ella no lo podía permitir. Amar era de débiles, y ella no volvería a mostrarse como una persona débil nunca más.

Se duchó, vistió y maquilló, tenía que asistir a clases ese día, además buscaría trabajo y un piso nuevo. A pesar de que Naruto es el padre de su bebé, no se sentía cómoda viviendo en una de sus propiedades, menos siendo consciente de lo que él hacía cuando ella sucumbía al sueño. Le daba miedo que las cosas terminaran de la misma forma. Estaban hechos el uno para el otro, estaba escrito, pero... la sociedad en la que vivían no les dejaría nunca en paz. Sus atmosferas se movían en distintas direcciones, eso nunca cambiaría.

Se calzó unas botas color miel, rodeó su cuello con una bufanda roja debido a la lluvia y tomó su bolso, paraguas, abrigo y salió al salón. Una hoja doblada sobre la mesa de café llamó su atención. Respiró hondo, suponiendo que se trataba de Naruto. La tomó entre sus manos, dudosa de si leer el contenido o no.

ANGEL - NaruhinaNơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ