Capítulo 23

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Train wreck – James Arthur





Las vistas de Londres ya no eran capaces de brindarle el sosiego que antes le daban. Naruto se acabó su copa de whisky, sentía que las certezas se le iban, que no lograba sujetarlas. Miró por enésima vez su reloj de pulsera y celular, Kakashi había desaparecido junto al equipo que armó hacía ya dos horas y todavía no daban señales de haberla encontrado, les había exigido que la buscaran debajo de las piedras incluso. Suspiró apretando los puños sobre la superficie de su escritorio. Jamás podría borrar esa imagen de su cabeza, su rostro demacrado y sus ojos sin vida llenos de dolor, de decepción al verlo junto a Sakura.

Lo único de lo que estaba seguro es que hasta que no la viera, hasta que no supiera que estaba bien no estaría tranquilo. Qué importaba si ella no lo amaba, con tal de que se encontrara bien era capaz de sacrificar incluso su vida.

De repente unos gritos lo alertaron y arrugó la frente cuando incrementaron. Apresuradamente corrió hacia la puerta de caoba y cuando la empujó, se encontró con un espectáculo jamás visto en su empresa. Dos rubias estaban golpeándose en medio de los cubículos de sus asistentes. Mas bien, una rubia estaba golpeando a otra rubia mientras le gritaba que la iba a matar. Reconoció a Shion, que luchaba en el suelo tratando de quitarse de encima a la otra chica y frunció el ceño cuando vio que Sasuke y otro tipo trataban de separarlas.

― ¿Qué mierda está pasando aquí? ―espetó con dureza y el tipo, aprovechando la distracción que su grito supuso, logró apartar a la mujer que reconoció como Ino Yamanaka; la mejor amiga de Hinata.

― ¡Pedazo de puta! ―rugió la mujer, forcejeando con su novio―. ¡Voy a matarte, voy a sacarte las putas uñas una por una, malnacida hija de perra!

―SUFICIENTE ―bramó y todos los presentes voltearon hacia él. Shion sangraba por la nariz y sujetaba su cabello desordenado―. ¿Quieren explicarme qué demonios sucede aquí?

Sarah ayudó a Shion a ponerse de pie y sacarla de ahí. Ino Yamanaka fijó entonces su atención en él y fue como si hubiesen agitado una bandera roja frente a un toro de lidia. Trató de lanzarse sobre él y aunque su novio logró detenerla, de igual forma retrocedió porque parecía querer arrancarle los ojos con sus propias manos.

― ¡Maldito! ―chilló la rubia, hirviendo de ira―. ¡¿Cómo pudiste dudar de ella, cabrón?! ¡¿Cómo pudiste?!

Sasuke se interpuso ente Ino y él, sujetándola por los hombros.

― ¡Tienes que calmarte! Comprendo cómo te sientes, pero esta no es la manera.

― ¡Eres un hijo de puta! ¡Maldito cabrón!

― ¡Ino por favor! ―ladró el pelinegro que la sostenía.

Ino se soltó a llorar entre los brazos de su novio, que la abrazó con fuerza y empezó a susurrar palabras conciliadoras en su oído. Sasuke le indicó a Sai que la llevara al baño y luego se volteó hacia él cuando la pareja desapareció, luciendo terriblemente nervioso, incluso pálido.

― ¿Qué pasa? ―El abogado se pasó una mano por el pelo, conocía a Naruto y sus arranques desmedidos de ira. No se tomaría bien lo que tenía que revelarle. Incluso a él, que a lo largo de su carrera fue testigo de cosas realmente aberrantes, lo perturbó la información que llegó a sus manos y el diabólico plan que se escondía tras ello.

Tragó grueso, no había forma de salir ileso de esa situación y lo mejor era enfrentarla de una buena vez.

―Hermano, quiero que sepas que no sabía nada de esto hasta ayer ―susurró en voz baja. Naruto se tensó.

ANGEL - NaruhinaWhere stories live. Discover now