Capítulo 30

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I need you - M83

Se bajó del taxi un par de cuadras antes de llegar a su departamento cuando no soportó un minuto más las miradas inquisitivas del chofer

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Se bajó del taxi un par de cuadras antes de llegar a su departamento cuando no soportó un minuto más las miradas inquisitivas del chofer. Pagó la tarifa correspondiente y se echó a andar ignorando todo a su alrededor, las lagrimas no dejaban de correr por sus mejillas, sin embargo, parecía que a nadie le importaba toparse a una chica llorando desconsolada por la calle. Necesitaba pensar, analizar lo que había sucedido, lo que había visto. ¿Naruto había decidido no luchar más por ella e intentar algo con Karin? ¿Con su prima?

Se detuvo a una cuadra de llegar a su hogar, con los labios temblando y los ojos abiertos a más no poder cuando la resolución de lo que verdaderamente había sucedido llegó a ella. Jadeó cuando recordó perfectamente bien que Naruto apartó a Karin de forma brusca un segundo antes de percatarse de que ella estaba allí, y se llevó la mano a la boca cuando reconoció que una vez más se había dejado llevar por el dolor, por ese estúpido sentimiento de siempre esperar lo peor, de siempre creer que la gente la lastimaba porque así lo quería.

Pero Naruto no... él no era así, él no iba a pasar un mes cortejándola para irse a meter a la cama de su prima.

Su prima.

A la que él consideraba una hermana menor, la que mucho tiempo atrás defendió cuando ella le dijo que la chica estaba enamorada de él. Se había alterado tanto por esa declaración que recordaba perfectamente bien las duras palabras que utilizó con ella. ¿Por qué si acaso ella llegó a creer que Naruto le correspondería a Karin?

―Oh, Dios ―susurró pensando en su reacción, en lo que pudo haber sentido cuando Karin lo besó para luego verla a ella ahí, siendo testigo de algo que él siempre creyó impensable.

Naruto era un hombre íntegro, respetable y sí, poseía un millar de defectos que lo hacían tan humano como cualquier otra persona y ella lo había juzgado, lo había sentenciado como a un criminal cuando él era inocente, porque ella lo escuchó llamarla cuando se dio la vuelta y huyó de ahí.

―Naruto... ―musitó en voz baja, sintiéndose profundamente triste por él.

¿Qué había hecho?

Tantos momentos horribles que habían compartido, dolorosos, permeados de tristeza y heridas que todavía se encontraban en proceso de cicatrización iban acomodándose en su mente, pero ya no de una forma ardiente, cruel, sino de fortaleza, mostrándole que al final de todo siempre existían las oportunidades, las certezas, y aunque a veces era difícil de distinguirlas, allí estaban... solamente había que esperar, darle tiempo al tiempo, permitir que el orden de las cosas hiciera de las suyas.

Existían dos opciones para ella; tratar de odiarlo y aferrarse a un orgullo que no solo lo haría pedazos, sino que le provocaría a ella un dolor irreparable cada que lo viera a los ojos. O intentarlo una vez más, sin expectativas, sin reclamos, sin odio, sin rencores o mentiras, empezar desde cero y luchar junto a él para vencer todas esas barreras que la rodeaban. ¿Era una estúpida por desear empezar otra vez junto a él?

ANGEL - NaruhinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora