Capítulo 24

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Drown - Seafret


Las horas transcurrieron unas tras otras, sin detenerse, hasta que llegó la madrugada fría y silenciosa

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Las horas transcurrieron unas tras otras, sin detenerse, hasta que llegó la madrugada fría y silenciosa. El oscuro desasosiego en esa sala de espera podía incluso sentirse, olerse, pero sobre todo esa pesada losa de culpabilidad que los corroía al ser conscientes de que todo lo que ese ángel sufrió, pudo haberse evitado. Ino y su pareja se habían retirado a descansar pues Tsunade no permitió a nadie más ver a Hinata o al bebé. Ambos eran constantemente monitoreados, esperando a que reaccionasen al tratamiento y, por lo tanto, el acceso era totalmente restringido.

Sasuke se había ido prometiéndole a Naruto que iniciaría con las averiguaciones correspondientes, dejándolo a él únicamente en compañía de su madre, que dormía en uno de los sillones. Su amigo le había narrado cómo Ino había aparecido de repente prácticamente exigiéndole que la ayudara, que su amiga era inocente, que ella estaba tan ilusionada y feliz por su compromiso con él que sabía que ella jamás sería capaz de engañarlo.

Para Naruto no existía sentimiento más doloroso que el de sentirse culpable, responsable de haber orillado a Hinata a esos extremos. Se odiaba tanto por haber sido tan ciego, por no creer... por haberla dañado de aquella forma tan aberrante, espantosa. Recordarla retorciéndose en el suelo mientras él trataba de humillarla de aquella manera lo hacían sentir como si miles de agujas fuesen disparadas a su pecho. Su madre le había contado las condiciones en que Hinata apareció en su casa, la formó en que suplicó, rogó y se dio por vencida pidiéndole que en un futuro le dijera a su hijo que lo amaba. Dando por hecho que ella no sobreviviría.

Jamás se lo perdonaría y si él no era capaz de perdonarse ¿cómo lo iba a hacer ella?

El sueño lo venció, no lo pudo evitar a pesar de que luchó pues quería estar consciente por si su madrina aparecía con noticias. Hinata estaba en estado crítico, debían esperar a ver si superaba esa etapa y que su vida dejase de correr peligro. Parpadeó tratando de no ceder al cansancio... pero al final no lo logró. El estrés de la situación pudo con su cuerpo.

―Naruto ―gimió de dolor cuando su cabeza cayó a un lado. Naruto parpadeó tratando de acostumbrarse a la claridad que daba de lleno en sus ojos. Su madrina acaparó su visión y de inmediato, recordando todo lo sucedido, se espabiló.

― ¿Cómo están, Tsunade? ―dijo con voz ronca por el sueño. Se acarició el cuello pues le dolía por la incómoda posición en la que había cedido a la inconsciencia.

―Ella está reaccionando, cariño. Lo lograste ―Sus parpados se apretaron y suspiró de alivio―. Pronto estará fuera de peligro y procederemos con el siguiente paso, si todo sigue viento en popa para mañana estará siendo remitida a terapia intermedia.

― ¿Y Boruto?

―Él también está recuperándose, muy lentamente pues sus pulmones deben ir madurando poco a poco, pero él estará bien.

ANGEL - NaruhinaWhere stories live. Discover now