Capítulo 13

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War of hearts - Ruelle


Antes de que Naruto pudiese decir algo, Kushina puso una mano en alto, deteniéndolo. Karin lo miraba imperturbable y Hinata sentía sus ojos abiertos e irritados debido a la brisa de la tarde. Aturdida, jamás imaginó semejante desplante.

―Naruto, siéntate ―indicó Kushina con las cejas juntas mirando a Karin. Su novio tomó asiento sin borrar la arruga de su frente―. Espero que te disculpes, Karin.

Esta vez la que empujó su silla hacia atrás fue la chica pelirroja frente a Hinata y ella supo, en ese momento, que una disculpa sería lo ultimo que recibiría de su parte.

― ¡No lo haré! ―espetó sin mirarla―. ¡No puedo creer que seas tan ingenuo, Naruto! Años en soledad, disque buscando a la "chica correcta" ¿y esto fue lo que te fuiste a encontrar?

Hinata jadeó ante el insulto impreso en esa frase y se llevó una mano a la boca.

― ¡Karin! ―Pero ella ignoró el tono autoritario de su tía y clavó los ojos en la novia de su primo.

Su madre, años atrás, la abandonó para largarse con su amante, dejándola a ella tirada con el alcohólico de su padre. Su tía Kushina le abrió las puertas de su casa y la recibió como si fuese una verdadera hija, le había otorgado una educación de primera y hoy en día ambas diseñaban juntas vestidos de noche y de novia. Había acompañado a Naruto en los peores años de su vida, siendo testigo del sufrimiento con el que luchaba día con día, inevitablemente su corazón empezó a acelerarse al estar en su presencia y aunque debía guardarse sus sentimientos para ella misma, no permitiría que Naruto cometiera el error de atarse a una mosca muerta arribista que solo le interesaba su fortuna.

La fachada de chica dulce e inocente de Hinata no la convencería, jamás. Clavó sus ojos en ella y le transmitió por medio de una venenosa mirada que no le creería que estuviera enamorada de su primo y no de su dinero.

―Podrás haber convencido a Naruto y mi tía, pero conmigo te equivocaste. Pronto él descubrirá lo que verdaderamente eres, así que no te pongas muy cómoda, querida que tu tiempo es limitado.

Dicho esto, abandonó la estancia y desapareció por la entrada trasera de la mansión.

Hinata se quedó completamente en silencio. Kushina se había llevado una mano a la frente y de no haber escuchado el suspiro de Naruto juraría que se había quedado mudo.

―Regreso en un momento ―indicó él y siguió a su prima en el interior de la lujosa casa. Aturdida, Hinata sintió que la abandonaba y aunque comprendía que era su prima, no podía evitar enojarse al saber que prefirió ir tras Karin en lugar de consolarla a ella.

―Disculpa a Karin, la noticia de tu relación con mi hijo la tomó por sorpresa ―Kushina estiró una mano hasta tomar la suya y brindarle un apretón de afecto. Hinata le dedicó una sonrisa que no sentía.

―No se preocupe ―logró decir a través del nudo de su garganta.

―Yo no creo que seas como ella te acusa, puedo ver la forma en la que miras a Naruto y el como él te mira a ti también, pero ella es desconfiada con todo aquel que nos rodee.

Hinata meneó la cabeza.

―De verdad no se preocupe, Kushina, no es su culpa. Yo comprendo ―Tomó su vaso y bebió de esa agua tan fresca tratando de disminuir esa sensación de ahogo en el centro de su tráquea. Miró el lugar por donde su novio desapareció rogando que volviera pronto con ella.

Naruto tocó levemente la puerta de la habitación de su prima. Sabía que ella estaría recelosa ante la presencia de Hinata, pero jamás se imaginó que respondería de esa forma. Su madre y Karin eran las mujeres más importantes de su vida, Hinata se había convertido en la tercera y lo que más deseaba era que ellas se llevaran bien.

ANGEL - NaruhinaWhere stories live. Discover now