Who Says; Shawn Mendes

Capítulo 18

Suspiré molesta mientras escuchaba todo lo que el entrenador nos decía para darnos el regaño del siglo. Sostenía el hielo contra la coronilla derecha de Nate mientras éste se quejaba del dolor. Shawn limpiaba su sangre saliente de su labio.

-Ahora, se deberán pedir disculpas.-ordenó.

-¿Qué? ¿Por qué?-reclamé enfadada.

-No me interesan sus preguntas. Lo harán.

Rodé los ojos esperando la disculpa de mi ex novio.

-Nate, lamento haberte golpeado.-bufó.-Violet, perdón por haber hablado indebidamente sobre tu trasero y nuestra primera vez.

-Disculpa aceptada.-sonreí falsamente, girando mi mirada hacia el entrenador Peyton.-¿Nos podemos ir?

-Violet, es mi turno.-me cortó Nate.-Shawn, lamento haberte golpeado y haberte insultado.

El maestro asintió con una sonrisa. Ahora llegaba mi turno de perder la reputación.

Estoy bromeando.

-Lamento haberte dicho que te callaras de una forma muy vulgar, Shawn Mendes.

-Así es... Ahora, sacudan sus manos.

¿Qué clase de broma de mal gusto era ésta? No me hacía gracia alguna. Pero sabía que si no lo hacía, tendría una F en esta materia. Así que sacudí mi mano con algo de asco con la de Shawn. No quería volver a verlo ni un millón de años.

-Ahora, vayan a tomar desayuno junto a sus compañeros, por favor.

Me levanté junto a Nate, dejando a mi ex ahí. Solo. Como merece estar. Acaricié su mano algo incómoda y molesta. No podía creer todo lo que había pasado.

-¿Quieres ir al baño a mojarte?-pregunté.

-No, gracias, Vi.

Nate soltó mi mano mientras botaba en un basurero el hielo que comenzaba a derretirse. Caminamos en silencio hasta la cafetería. Al entrar, todos fijaron sus miradas en nosotros y comenzaron a murmurar de toda clase de cosas. Suspiré mientras iba a la mesa de elección. 

-¿Que querrás para comer, ojitos azules?-pregunté lo mas normal que podía. Ojalá nada de esto hubiera pasado.

-Creo que iré a dormir, Violet. Come tú, nos vemos después.

-Pero...

-Necesito estar solo. Lo siento.

Y sin más, mi novio se fue. Tal vez quería su propio tiempo de descanso, y lo entendía, no podíamos estar juntos por todo el día. Nos aburriríamos de nosotros mismos en poco tiempo. Asi que tomé un plato, poniendo tres hot cakes en él y tratando de no darle tantas vueltas al asunto. Les puse un chorro de sirope y tomé un tenedor. Fui hasta la mesa donde había identificado a mis amigos sentados y me coloqué al lado de Valentine.

-Hola, chicos.-saludé sin ánimo alguno.

-Miren, pero si es la reclamada princesa de dos esclavos.-rió Lisa. No respondí, simplemente comencé a sacar trozos de masa para después llevarlos a mi boca y saborearlos.

-Mi hermano sí que te ama.

Miré algo confundida a Valentine.

-¿Cómo dices?

-Primero, Nate nunca se pelearía con alguien por otra persona.-confesó, seguí mirándola atentamente.-Y segundo, me ha dicho lo mucho que piensa sobre ti.

Quiero saber más.

-¿Y... qué te dice?

-¿Tienes tiempo?-reímos mientras asentía.-Pues, me ha dicho que cree que está enamorado de ti. Yo lo convencí de que te pidiera ser su novia, puedes agradecerme luego.-hizo una reverencia. Tori y Lisa nos miraban con ternura.