Capítulo 41

761 64 24
                                    

Acaricié el cabello de Nate. Su cabeza descansaba en mis piernas. En su estómago se encontraba el cuenco con papas fritas, yo tenía anteriormente el de las palomitas, pero lo dejé en la mesa de centro.

-¿Qué haces?

-Toco tu cabello y lo peino.

Nate rió. Estiré mi mano y cogí un poco de palomitas, las guíe a mi boca pero una que otra cayó en el rostro de mi ex novio. Y una, justo en su ojo.

-Ouch.-se quejó.-No pensaba que me atacarías.

-Lo siento, lo siento. No Quería...

-Está bien. Tranquila, quería bromear un poco.

Sonreí.

Fijé mi vista en la película y dejé mi mano en el pecho de Nate, sin querer. No me había dado cuenta hasta que él puso su mano sobre la mía y la acarició. Volví a sonreír, pero no dejé de mirar la televisión. En cierta parte de la película, Kevin practicaba sexo oral en Victoria. Y en eso, un recuerdo me vino a la mente, y me pude dar cuenta de que a alguien también.

-¿Te acuerdas de...?

-Sip. No lo digas, por favor. O moriré de la vergüenza.

-¿Por qué? El sexo en una pareja es completamente normal. Y ese día, estábamos en tu habitación, sucedió algo previo y usamos protección después... Fue genial. No me lo puedes negar.

-Oh Dios.-cubrí mi rostro.-No puedo creer que estemos hablando de esto, Archer.

-Oh, vamos. ¿Acaso no lo disfrutaste?

Nate se levantó y me miró fijamente. Apoyé mi cabeza en mi brazo y suspiré.

-No puedo decir que no.

Mi ex novio celebró haciendo un pequeño bailecito ridículo. Reí golpeando su brazo.

-Eh, no me golpees. Eso no vale. A ver... ¿Cuándo fue tu vez preferida? ¿O la que más te gustó?

-¡Por dios, Nate! No quiero hablar de esto. Mis mejillas explotarán, ¿sabías eso?

-¿La del piano?

-Seh.

Reí con él acompañándome de fondo. Negué algo avergonzada. Ese día fue completamente genial, lo recordaba como si fuera ayer.

-O también esa vez, cuando estábamos en mi habitación... Involucró una silla.

-Me acuerdo perfectamente.-me puse la capucha de mi sweater y abracé mis piernas.-Éramos adolescentes sin control.

-Estoy sorprendido que no hayamos tenido un hijo.

-Somos dos, Nate, somos dos.

Iba a seguir hablando, pero mi bajo abdomen me dio una fuerte puntada. Gruñí algo adolorida, Nate me miró preocupado.

-Hey, ¿estás bien?-acarició mi espalda, sentándose más cerca de dónde me encontraba.

-Eso creo... Me duele el estómago.

-Por lo que sé, eso es normal, ¿cierto?-asentí.-¿Te traigo algo? Si quieres puedo traerte algo de la tienda. No me importaría ir a comprar...

-No, tranquilo... Ya se me pasará. Por aquí no venden las pastillas que quitan el dolor y yo no traje.

-Puedo ir a buscar.-ofreció.

-Nop. Gracias, igualmente.

Asintió no totalmente convencido. Me abracé a un cojín, cerré mis ojos y me enfoqué en el calorcillo que había en la sala de estar. Era muy reconfortante. Pero la posición en la que me encontraba, no era demasiado cómoda.

-¿Violet?-escuché el llamado de mi ex novio, a mi lado.

-¿Mhm?

No quise abrir los ojos.

-¿Sabes que puedes dormir aquí conmigo? A mi no me incomoda. De hecho, se me hace muy normal.

Lo miré, había abierto sus brazos para que metiera dentro de ellos. Hice una mueca e hice caso. Nate me abrazó mientras hacía formas imaginarias sobre mi brazo. Su aroma chocaba contra mis fosas nasales, se me hacía completamente sensual.

Querida Beyoncé, haz que las tantas hormonas que salen a flote por el período, se vayan. Quiero tener sexo y eso no es bueno.

¿Con quién?

Me quedé dormida en cuestión de segundos. Necesitaba dormir, con urgencia. Mi imaginación me proyectó un sueño bastante raro. Era yo, con mi familia, todos comiendo en la mesa. Shawn estaba, Nate también. Ambos eran pareja. Y al parecer, yo era novia de ambos. No entendía nada. Pero ni siquiera me tomé el tiempo de analizarlo. Para cuando desperté, me encontré a Ethan y a Mamá mirándonos con ternura. Me incorporé con el ceño fruncido, tallé mis ojos y observé a Nate. Éste dormía con la cabeza gacha. Levanté mi trasero y lo cubrí con una manta. Fui donde mis dos familiares estaban y sonreí levemente.

-¿Y bien?-preguntó mi madre.

-Vamos a la cocina.-pedí.

Una vez allí, saqué una pieza de carne y la comencé a preparar. Mamá y Et se sentaron en las sillas que habían cerca.

-¿Qué ocurrió? ¡Cuéntanos todo!

Reí levemente. Prendí el fuego y coloqué el sartén ahí.

-Pues, al principio no hablamos mucho... Prácticamente nada. Pasaron algunas cosas y... Bueno, digamos que terminé llorando y con Nate consolándome. Arreglamos algunas cosas que teníamos pendientes y terminamos viendo una película juntos. Me dolió el estómago así que, como no traje pastillas, decidí dormir. Y ahora vi que él cayó de igual forma.

-Awww, eso es muy tierno, hija.

-Estoy rezando para que vuelvan a estar juntos.

Coloqué mi mano en mi cuello y suspiré.

-No lo sé... No creo que eso sea posible.

-¿Por qué? ¿Ya no sientes nada por Nate?

-Claro que sí. Mi corazón lo sigue teniendo ahí y creo que permanecerá así por un largo tiempo. Pero no creo que podamos volver. Estamos a miles de kilómetros separados.

-Hija, ¿sabías que tu padre y yo vivimos en dos diferentes países durante un año y seguíamos juntos? Él estaba en Dinamarca y yo aquí, en los Estados Unidos. Nada es imposible si el amor está presente, mi amor.

Sonreí para luego besar la mejilla de mamá.

-Trataré de hablarlo con él. Tal vez tiene a alguien más en su vida y... No, no quiero interrumpir nada que sea importante para él.

-No, Violet, no tengo a nadie más en mi vida. Sólo ese hueco, esperándote.

Me giré y sonreí. Nate estaba ahí, sus ojos algo cerrados. Supuse que aún tenía sueño. Siempre éste hombre escuchaba lo que hablábamos.

-Me alegra saberlo, de hecho.

-Y siempre estará ahí. Sólo y únicamente para ti.

Who Says; Shawn MendesWhere stories live. Discover now