17

8.9K 965 84
                                    

Aquel vodka no era muy fuerte, pero yo nunca he sido un buen bebedor. Cuarenta minutos y una botella más tarde, yo estaba borracho, sonrojado y mirando muy cerca a los ojos de un Harry terriblemente incómodo. La lengua se me había ido soltando conforme iba aumentando mi nivel de alcohol en sangre. Tras varios minutos de un monólogo insustancial del que no recuerdo nada, me fijé en lo maravillosos que estaban sus labios ese día y me callé, para centrar toda mi atención en ellos. Alcé dos dedos para tocarlos y luego dije:

-Siempre te he querido, Potter.

Harry abrió mucho los ojos detrás de esas ridículas gafas.

-¿No querrás decir odiado, Malfoy? -preguntó, desconcertado.

-No, no -respondí distraído, mientras acariciaba sus mejillas y su pelo y su cuello y su pecho. Había algo que me decía que quizá no debería estar haciendo todas esas cosas, pero Harry se estremecía cuando lo tocaba y a mí me gustaba sentir cómo lo hacía-. Quiero decir, sí, también. Te odiaba muchísimo, Potter, más que a nadie en el mundo, pero solo porque tú no me querías. Me rechazaste desde el primer momento, ¿te acuerdas? Te negaste a estrecharme la mano.

Harry me tomó de las muñecas y me separó de él con mucha dulzura.

-Draco -comenzó, y yo noté un cosquilleo en el estómago, porque él nunca me llamaba Draco-, estás diciendo muchas tonterías. Tu madre acaba de morir y has consumido demasiado alcohol, así que no me voy a tomar nada de lo que estás diciendo como algo serio. Creo que deberías ir a la cama.

Yo asentí encantado.

-¿Vendrás conmigo?

Harry suspiró y me miró, cansado.

-Te acompañaré hasta allí, pero nada más.

Y Harry me ayudó a llegar a la cama, porque yo me tambaleaba demasiado como para hacerlo por mi cuenta. Me tapó con cuidado y se sentó al lado de mis pies.

Cerré los ojos, contento, y me di cuenta de que Harry estaba haciendo el papel de esa madre a la que no podría abrazar nunca más. Intenté no pensar en que Harry, también al igual que mamá, no estaría ya conmigo cuando me levantase al día siguiente.

CaminosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora