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Harry se quedó un día y después otro y luego una semana y después otra y otra más, hasta que dejé de contar y de preguntarme si se quedaría un día más, un minuto más, o si se iría para no volver. Siempre hacía la comida y limpiaba y me regalaba pequeñas sonrisas, y pagaba por todo lo necesario. Enviaba y recibía muchas lechuzas, pero no me dejaba sólo salvo para ir a comprar.

   Yo apenas me levantaba de la cama. Dejé de ir a trabajar.  No sentía que hubiera ninguna razón para hacerlo. Sólo tenía energía para llorar.

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NA: 1k de lecturas ya, muchas gracias <3

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