Capítulo 8

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Idiota pervertido.

 HoSeok ahora se encontraba caminando por el pasillo con el micrófono en su mano. De nuevo sus menores y él habían logrado terminar con la pila del pobre aparato. El pelirrojo dejó salir una pequeña risa ante ese pensamiento. Recordaba las miles de veces que habían terminado cambiando mil veces la pila en karaokes. Incluso en uno los llamaban los "cantantes locos" ya que siempre terminaban por cambiar más de tres veces los micrófonos.

Cuando HoSeok llegó a la recepción se sorprendió por no encontrar a la encargada de hacía unas horas, además estaba el letrero de "No hay salas disponibles" cosa que sería una mentira ya que había un par de habitaciones vacías. Aún así, no le tomó importancia, ya regresaría después. Justo antes de que el chico se girara para regresar escuchó unos sonidos no muy inocentes proviniendo del otro lado de la barra de mármol. Esto lo hizo arquear una ceja, de repente una voz conocida llegó a sus oídos. El contexto que lo rodeaba le daba una idea de lo que estaba pasando, su vecino estaba haciendo de las suyas.

«No puedo creer que haga esto aquí» se dijo HoSeok a si mismo un tanto asqueado, sin embargo, una parte de él, específicamente el pecho, le dolía. La confianza que había empezado a tomar se había derrumbado. Cerró los ojos y apretó un poco los puños, a pesar de no haber estado tan apegado a ese peli-plateado, su corazón dolía, se sentía como un idiota por pensar que su pervertido vecino había cambiado.

Respiró profundamente y tocó el timbre de la recepción. ¿Pensaban que iba a dejar que tuviera a gusto su revolcón? Por supuesto que no, no lo dejaría. Minutos después de que tocó el timbre otra vez llegó la chica corriendo. Su camisa estaba mal abotonada, su pelo estaba hecho un completo desastre y su rostro estaba completamente rojo. HoSeok sólo la miró unos segundos.

—Quería cambiar las pilas del micrófono —dijo el pelirrojo con una ligera sonrisa. La chica asintió y corrió a cambiar las pilas. Cuando regresó le entregó el micrófono—. Gracias, y, perdón por interrumpirlos —el rostro de la chica se coloreó de manera más intensa en ese momento—.

Una vez dicho eso el bermejo se fue, al llegar a la sala donde le tocaba suspiró y alzó la vista hacia sus dos amigos, quienes se veían sumamente felices cantando. Esto le levantó un poco el ánimo. No necesitaba la amistad de TaeHyung si los tenía a ellos, eso era lo que pensaba.

—Tardaste demasiado hyung —se quejó Jungkook al terminar de cantar—, cantamos tres canciones mientras te fuiste.

—Tuve que esperar a la empleada, creo que había ido al baño o algo así —mintió HoSeok haciendo un puchero.

—No hay excusas Hobi, ahora tendrás que cantarnos algo lindo como castigo —dijo Jimin señalándolo dramáticamente. Todos rieron ante ello.

—Está bien, está bien —respondió el bermejo tomando el micrófono que habían estado usando los otros dos.

Por otro lado, TaeHyung había terminado sus quehaceres con la chica, jamás se enteró de que HoSeok lo había descubierto. Finalmente la chica le había dicho que "un cliente los había escuchado" sin especificar que era su compañero. En cuanto el peli-plateado terminó de vestirse se dirigió a la sala. Se sentía mucho mejor ahora, ya había pasado demasiado tiempo en abstinencia, y eso definitivamente era un problema enorme.

Cuando estuvo en el pasillo de las salas una en específico llamó su atención, la suya. De entre todas era la única de la que provenía una hermosa voz y melodía.

Al entrar contempló a HoSeok cantando con los ojos cerrados, Jungkook y Jimin lo contemplaban igual de embobados. TaeHyung se olvidó de lo que había hecho minutos antes, la armoniosa voz el pelirrojo cantando lo había envuelto. El bermejo había escogido la canción de nuevo por la obsesión que tenía con ese dorama, Wonder, definitivamente era una canción hermosa. HoSeok anhelaba todo lo que pasaba en esos doramas, deseaba enamorarse de esa manera y de poder pensar en que alguien lo amaba en exceso. Quería a su MinHyuk, eso era definitivo.

Hard to Seduce ❃ VHOPEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora