Olfato

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Jimin no había dormido a gusto. No, expresarlo así sería un eufemismo. Jimin no había dormido una mierda. Compartir habitación con sus padres era un suplicio; su mamá antes de dormir tenía un ritual establecido: orar a la Luna, que duraba aproximadamente media hora y constaba de ruegos repetidos y alabanzas mal formuladas entre susurros; su padre, en cambio, desde que tocaba la almohada hasta que se levantaba no paraba de roncar, como si fuese un tractor viejo en marcha. Así que sí, Jimin no pegó ojo en toda la noche. Él estaba acostumbrado a tener su cuarto en la otra punta de la casa, ya que tenía un oído hipersensible que captaba hasta el aletear de una mariposa. En esos momentos quería arrancar sus orejas y enterrarlas bajo tres metros de tierra. Con ojeras pronunciadas, ojos rojos, y un aura que espantaba a quien lo viera diciendo 《Si te acercas te arranco la garganta. Con los dientes.》, salió al porche. Era temprano en la mañana, no debían ser las ocho y media todavía, pero él necesitaba alejarse de allí, así que sin avisar decidió explorar la zona.

Caminó un buen rato sin rumbo fijo al lado de la carretera de tierra, hasta que decidió que no importaba si se perdía, él quería adentrarse en el bosque. Su lobo rogaba por un poco de paz, arañaba las paredes de su mente y aullaba de dolor. Estaba aterrado, al igual que él, y lo único que podía calmarlo era una caminata en silencio, sólo perturbado por el cantar de los pájaros. Así que esquivando piedras y pastizales sospechosos fue entrando en el laberinto de árboles. No tenía miedo de perderse, el aroma de su familia estaba grabado a fuego en su nariz, y si quería podía regresar sobre sus pasos. Tampoco le importaba mucho la reprimenda que vendría después por irse sin avisar, aunque muy en el fondo le causaba malestar saber que siempre preocupaba de más a sus padres. Era una carga, lo sabía. Por su culpa ellos tenían que parecer fugitivos de la cárcel. Pero también sabía, con una certeza que le desgarraba los sesos, que ellos jamás le echarían la culpa. Quiso llorar de impotencia, sin embargo reprimió las lágrimas al punto de tener un nudo enorme como una bola de demolición en la garganta. Pateó una piedra que estaba en el camino.

No es tu culpa. 》susurraba su lobo. Y aunque él lo sabía, quería echarse la culpa; a lo mejor era masoquista, pero quería sentise una mierda. Tal vez tratando de entender al alfa del otro clan. Él sólo era un omega...

NO.》Gritó su lobo, arañando más fuerte en su cabeza. Y le hizo entrar en razón. Él era un omega, sí, pero eso no significaba que podían tratarlo como si valiera nada. Él podía tomar decisiones, él podía decir que no, estaba en su derecho. Después de todo los omegas son lobos igual que los alfas; tienen los sentidos desarrollados y hasta pueden convertirse. Era una lástima que los alfas no apreciaran la fuerza que podían tener. 《Tal vez se sienten intimidados.》pensó con el espíritu renovado.

Pateó con más fuerza la piedra.
Su papá era un alfa chapado a la antigua. Tenía inculcadas las estúpidas creencias de que un omega no podía valerse por sí sólo. Su madre también lo pensaba; no obstante su hijo había salido defectuoso. Jimin no creía que algo andaba mal con él, simplemente expresaba lo que algunos omegas por miedo no hacían.
¿Que debían callarse cuando un alfa hablara? ¿Que tenían que ser educados en todo momento? ¿Que no importaba lo que decidieran ellos si un alfa ya había tomado la decisión? ¿Que en el futuro tendrían que tener muchos cachorros para perpetuar la línea de sangre de su alfa? Todos esos pensamientos cerrados se los pasaba bien por donde no llegaba la luz solar.¡Ni siquiera le gustaban los cachorros! Eran ruidosos y soltaban baba cada dos por tres. Eso le hizo estremecerse del asco.

Paró en seco al escuchar pasos a la distancia. ¿Quién andaba por los bosques a esta hora de la mañana? Y cayó en cuenta de que estaba muy alejado del clan, y alguien con malas intenciones podría haberlo olido. Su aroma era muy fuerte, en especial cuando el sol acababa de asomar, y atraía más de lo normal al ser un omega pasando a la adultez y sin marcar. Se maldijo por no haber tomado un supresor antes de salir.

Without Stereotypes ♡Kookmin♡Where stories live. Discover now