Without Stereotypes ♡Kookmin♡

El peso de todo

Cuando Hyuna entró a la habitación se encontró con una escena adorable. El omega tenía la cabeza apoyada en la cama y su mano entrelazada a la del alfa. La mujer quiso verle lo lindo al momento, a pesar de que sabía que el muchacho estaba en una posición incómoda sentado en la silla con la espalda encorvada y la cabeza hacia un lado, además de su brazo colgando, y que Jungkook estaba inconsciente, tan pálido como la nieve en invierno. Quedó un instante parada allí, sólo observando, hasta que decidió por fin acercarse y despertar al omega.

El rubio murmuró algo antes de despertar completamente. Se estiró, jadeando cuando se dio cuenta del dolor en su espalda y cuello, y sus párpados se abrieron lentamente para dejar que sus ojos confundidos examinaran el lugar. Cuando su mente pareció conectar al mundo real, se levantó de inmediato de la silla, con una mueca de susto.

-¿Qué hora es? -su voz ronca resonó en la habitación en forma de susurro, para no molestar a Jungkook y a los demás pacientes en otros cuartos.

-Casi las cuatro menos diez. -respondió Hyuna con el mismo tono de voz, cruzándose de brazos.

Jimin reprimió un insulto hacia sí mismo. Se había dormido, pero ese no era el problema. El problema era llegar a su casa sin que nadie se enterara de su huída. Su respiración se alteró al considerar la posibilidad de que su padre, en algún momento de la madrugada, fuera al baño y se diera cuenta de que su hijo no estaba allí, sin embargo, después de comprobar su vínculo, no notó ninguna alteración que pudiera alertarlo.

-Me tengo que ir. -dijo, a nadie en particular. Sólo quería dejar en claro a su omega, que estaba muy a gusto allí, que era hora de volver junto con sus padres.

Se despidió de Hyuna, dándole las gracias por dejarlo pasar a pesar de que no lo conocía, pero ella refutó que recordaba su cara al haberlo visto con el grupo de amigos del pelinegro, así que eso tranquilizó a Jimin de pensar que era una descuidada. No se despidió de Jungkook, porque quizás estuviera descansando, aunque en realidad no entendía muy bien cómo funcionaba Jungkook ahora que se encontraba así, por lo cual sólo le dedicó una última mirada antes de recorrer el camino hacia la puerta principal.

La curandera lo dejó irse, porque sabía que el clan era seguro a pesar de las altas horas de la noche; siempre en los límites había alguien vigilando. Medio sonrió, y cuando lo vio desaparecer en la lejanía se animó a cerrar la puerta. Era hora de desconectar del mundo e irse a dormir.

~🐾🐾🐾~

Pequeños rayos de sol, que se colaban por la ventana cerrada, impactaron en sus ojos. Sus párpados revolotearon, para luego abrirse con lentitud. Estaba tan cansado que ni siquiera se dignaba a mover su cabeza para que el sol no siguiera molestando. Cerró los ojos nuevamente, pero los abrió al darse la vuelta y mirar hacia la cama de sus padres. Estaba vacía. De inmediato tomó su celular para fijarse en la hora.

11:49

Frunció el ceño, extrañado de que sus padres lo hayan dejado dormir tanto, pero se olvidó cuando sus músculos pidieron estirarse, así que lo hizo, se desperezó y quedó mirando al techo.

-...son amantes. Estoy segura. Una no quiere meterse en la vida ajena, pero es que son muy obvios. -la voz de su tía le llegó como un susurro.

-Ya me parecía a mí. La última vez que los vi estaban abrazados, pero no dije nada porque pensé que eran muy buenos amigos.

Jimin bufó y utilizó la almohada para taparse los oídos. Cuando ellas dos cotilleaban sobre otros podían llegar a ser muy molestas. Era su pasatiempo favorito, y Jimin quería cortarse las orejas con una navaja de poco filo. Suspiró, sabiendo que tenía que levantarse, pero eran muy pocas las veces en que su omega estaba tan en calma y quiso aprovecharlo. Cerró los ojos y respiró tranquilo, sorprendido de encontrar tanta paz en su interior, y casi se puso nervioso al pensar que eso no era normal. Volvió a destapar su cara y achinó los ojos por la claridad. Se sentó, ahora inquieto por no encontrar a su omega dando vueltas con ganas de salir a correr. Tenía que hacer algo al respecto, esto no era común en él.