Déjate ir

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Suspiró luego de terminar de hacer la cama. No quiso enojarse con el omega de nuevo, pero hizo un puchero por el lío que había causado allí. Se dirigió al baño para poner a lavar la ropa sucia, y cuando estaba por volver por Jimin, se quedó pasmado al encontrarlo parado en el umbral de la puerta.

-¿Estás bien? -preguntó, ya que el rubio parecía más lúcido que esta mañana, a juzgar por los ojos con su color natural.

-Sí. -susurró débilmente, apoyándose en el marco.

-¿Seguro? Pareces agotado. -Jungkook fue hasta él, sosteniéndolo por los hombros, temiendo a que en cualquier momento cayera.

-Mmm, ¿por qué será que estoy cansado? -una sonrisa pícara apareció en el rostro del más bajo, sin perder oportunidad de avergonzar al azabache. Jungkook se hizo el desentendido, ignorando la burla y ayudándolo a sentarse en la cama.

-¿Quieres que prepare un té? -Jungkook acomodó las almohadas en el respaldar para que no sintiera molestias. Jimin paseó los ojos por la habitación, como si fuera la primera vez que la veía realmente.

Aceptó la oferta de Jungkook y el menor enseguida fue hacia la cocina. Mientras el agua se calentaba, espió a Jimin por la puerta, verificando que estaba bien. El rubio parpadeaba lentamente, mirando la pared como si le costase enfocar la vista.

Cuando el agua hirvió, el pelinegro se apresuró a preparar la infusión. Jimin la recibió con cuidado, viendo a Jungkook sentarse a un lado de sus piernas. Sus ojos negros de cervatillo eran muy fáciles de leer, por lo que Jimin sabía qué estaba cuestionándose ahora, ¿por qué la cordura del omega había vuelto tan de repente? El rubio se tomó su tiempo para hablar, soplando el agua caliente.

-No estés preocupado... -luego de tomar un sorbo, descansó la cabeza en la almohada- Siempre sucede.

-¿Es normal? -Jungkook frunció el ceño. La poca información en su cerebro le decía que la inconsciencia permanecía en un lobo durante todo su celo, pero Jimin era la prueba viviente de que eso no era del todo cierto.

-Sí... en parte. -Jimin suspiró, volviendo a beber. El vapor le entibió las mejillas- Yo recuerdo... haberte lastimado. -arrepentimiento se derramó en su voz, y la culpa se reflejó en su rostro.

Pero Jungkook no pudo verle a la cara porque, carajo, Jimin recordaba eso, y seguro había visto su momento de debilidad cuando lo dejó abandonado.
Los dos jóvenes hicieron silencio, replanteándose su comportamiento.

-Lo siento. -dijeron al mismo tiempo, en una exhalación penosa.

Se miraron luego de ello, sin comprender las disculpas del contrario.

-¿Tú por qué? -preguntó Jimin, demasiado confundido al ver los ojos afligidos de Jungkook.

-Bueno, te dejé sólo. Y, y, no comprendí realmente que no estabas actuando bajo consciencia. Fui un mal compañero. -el azabache juntó los labios en una línea.

-No digas eso. Te pegué. No una, sino dos, veces. Yo estaría enojado en tu lugar.

Jungkook lo había estado, en su momento, pero ahora ese enojo era puro arrepentimiento. En cambio, se puso a él como el culpable, ¿Jimin no había confiado en él para cuidarlo? ¿Y qué había hecho él a la primera dificultad? Salir corriendo como el cobarde que era.

-Está bien. Dejemos atrás eso, de ahora en más...

-No. No está bien. Mi estúpido omega te lastimó. -Jimin parecía realmente enfadado consigo mismo, apretando la ceramica entre sus manos- Odio a esa parte de mí. Se comporta tan... tonta.

Without Stereotypes ♡Kookmin♡Where stories live. Discover now