El Castigo

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Despertaron sobresaltados por la descarga de miedo en sus cuerpos. Al mismo tiempo, se miraron horrorizados y buscaron instintivamente a su hijo, cayendo en cuenta de que faltaba en la habitación. Volvieron a mirarse completamente aterrados, comprendiendo que era su hijo el que pedía auxilio a través del vínculo. Amelia contuvo un sollozo, mientras su marido, apurado, se vestía.

-Vamos, no te quedes ahí. Jimin nos necesita. -Baek, por más asustado que estuviera, no iba a dejar caer su fachada de alfa. Debía ser fuerte, y más por Amelia, que en situaciones como ésta quedaba completamente en blanco.

La omega se vistió, con la ayuda de su pareja ya que sus manos temblaban. El solo pensar en Jimin en peligro, dejaba congelados sus sentidos; su bebé estaba en peligro, y le podría estar pasando cualquier cosa, como por ejemplo, que un malvado alfa intentara marcarlo. Se estremeció y se obligó a reaccionar. Jimin, su hijo, los necesitaba.

Salieron corriendo hacia el bosque, no sin antes despertar a la familia Kim a gritos y avisarles lo sucedido; ellos respondieron que iban a avisarle urgentemente al líder. Al principio fue una búsqueda a ciegas, ya que no conocían el lugar, y no hallaban el olor de Jimin por ningún lado. Todo era árboles, ramas, raíces, tierra, y así sucesivamente. Al borde de la desesperación, mandaron un mensaje a través de la unión de familia que se tradujo como "Estamos en camino", mas no hubo respuesta, interpretándolo de la peor manera, apuraron el paso.

-Capté su olor. -anunció Baek en la mente de Amelia.

Sin necesidad de decir más, el alfa corrió veloz, sabiendo que la omega le seguiría el paso. Pasaron un gigantesto árbol caído antes de que sintieran el vínculo vibrar con calma, no obstante ellos siguieron en su búsqueda. Gruñidos de una pelea llegaron a sus oídos, y la madre gimió de dolor al pensar en lo que le podría estar pasando a su hijito.

Llegaron al lugar y solo vieron dos cuerpos forcejeando entre sí. Cuerpos desnudos girando para todos lados, mientras que sus extremidades superiores intentaban golpear al contrario. Una mata de cabello rubio contrastando con la negra, llenas de tierra y despeinadas.

Amelia se transformó al momento en el que el lobo golpeaba a su hijo en la cara, chilló horrorizada y enojada en partes iguales. Al parecer eso llamó la atención de los contrincantes, que sobresaltados se separaron abruptamente mirando hacia su costado.

Jungkook fue el primero en reaccionar, tapándose con sus manos y sintiéndose tan avergonzado como nunca lo había estado. Jimin, al contrario, miró a sus padres arrepentido.

-¿Qué está pasando aquí? -la voz dura de Baek resonó varios metros al cuadrado. Ira mezclada con confusión.

Pero antes de que los jóvenes pudieran dar explicaciones, una voz más profunda caló en sus huesos.

-Es lo mismo que me pregunto yo, Baek. -Jeon Seung apareció caminando, con el ceño fruncido y el típico taparrabo. -La familia Kim me avisó de que Jimin estaba en peligro. Vine corriendo al escuchar una pelea, pero resulta que mi hijo también está involucrado. -Seung perforó a Jungkook con sus ojos negros. El azabache percibió la desaprobación en ellos.

-Fue una simple confusión. -murmuró Jungkook.

-Golpeaste a mi hijo. -lo acusó Baek mirándolo ferozmente.

-Y tu hijo arañó a mi hijo. -Seung apretó su mandíbula.

-Genial. ¿Ahora van a pelear ustedes? -los reprendió la omega- Sugiero que escuchemos las explicaciones que tienen para darnos.

Los tres adultos miraron a los dos adolescentes esperando una excusa aunque sea. Jungkook comenzó balbuceando, tratando de evitar partes como que se había escapado de la cacería, pero el problema era que omitir aquello quitaba credibilidad a la historia, porque ¿cómo Jungkook había llegado hasta Jimin? ¿Cómo Minho había confundido al omega con una presa?

Without Stereotypes ♡Kookmin♡Where stories live. Discover now