Rechazado

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El clima ya no era tan agradable, el aire se sentía un poco más frío y los rayos de sol más lejanos, incluso el pasto ahora les pinchaba la piel. El grupo continuó hablando, tratando de llevar una conversación a pesar de lo ocurrido. Todos seguían tensos, y no le faltaban ganas de querer ir a dejarle las cosas claras a Mark, sólo que no solían meterse en asuntos así, más bien preferían las palabras a los golpes. De todos modos, la charla, para Jungkook, no era tan amena como antes, ya que sentía cómo el humor de Jimin se iba apagando, produciendo lo mismo en el suyo.

El rubio no hablaba. No es que antes lo hubiera hecho demasiadas veces, solo que ahora no emitía sonido alguno. Los chicos pensaron que se sentía dolido, tal vez por cómo le habló Mark, pero se equivocaron. Sí, la causa de su humor era Mark, pero no estaba dolido, estaba furioso, y en esos momentos deseaba ser un alfa para patearle el culo bien fuerte hasta que no se pudiese sentar. En cambio, quien se sentía triste era Jungkook. Había fallado, como siempre. Si bien era un castigo, quería proteger a Jimin, y claramente no lo había logrado. Su padre tenía razón, era muy débil para ser un alfa. Tal vez debería decirle a su papá que le impusiera otro castigo, y que alguien más capacitado protegiera a Jimin; porque aunque Jeon Seung le retirara el castigo, en caso de que lo hiciera, el omega todavía estaba en peligro. Un peligro que Jungkook no tenía idea siquiera de cuán grande era, ya que la poca información que había recolectado no le dejaba saber toda la historia.

Cuando la conversación se fue apaciguando, el sol ya estaba escondiéndose en el horizonte. Y como si se hubieran puesto de acuerdo, se levantaron del pasto casi al mismo tiempo.

—Voy a cocinar esta noche. Tenía pensado invitarlos, ¿Qué dicen? —dijo Jin, sacudiendo el pasto de su trasero.

—La comida de omma Jin nunca se rechaza. —Taehyung pegó saltitos en su lugar como un nene entusiasmado. Hasta que recibió un golpe en su cabeza.

—No me llames así. Ahora no estás invitado.

Tae empezó a hacer berrinche, desconforme, pero Seokjin solo lo ignoró, esperando respuesta de los demás. Todos estuvieron de acuerdo en ir, y preguntaron qué tenía que llevar cada uno.

—Nada, solo su presencia. Estoy practicando comidas nuevas, y básicamente ustedes son mis muñecos de prueba.

—¿Puedo ir? —preguntó Tae mordiéndose el labio.

—Aish, sí, sí puedes. Pero me vuelves a decir omma y...

—Te amo, appa. —gritó el castaño, y se lanzó a sus brazos.

—No me hagas arrepentirme. —Jin se soltó de un empujón.

—Perdón. —frunció el labio inferior hacia abajo acompañando sus palabras.

—Ay, eres tan putamente adorable que no puedo decirte que no. —se quejó el mayor.

Jimin sólo observaba la escena y se sentía tan fuera de lugar, que cuando Seokjin le preguntó si quería ir, él sólo pudo mentir.

—No —respondió, pero le pareció muy brusco, así que agregó—, eh... Tengo algunas cosas que hacer. Además no creo que me dejen. —encogiéndose de hombros, esquivó la mirada del chico.

—Está bien, será la próxima.

Jin pareció no notar el cambio de voz que delataba la mentira, ni los otros tampoco, ya que no lo conocían demasiado. Pero Jungkook sí lo hizo, vio cómo apretaba los labios y escondía los ojos de los contrarios. Jungkook no era cercano, pero definitivamente había visto esa expresión anteriormente.

Eran las fiestas y estaban terminando de comer, el azabache había sido invitado junto con su padre a la casa de los Kim y la familia Park hacía dos días habían llegado, se pusieron comida en la boca por más que no tuvieran hambre, porque valía la pena hacerlo por lo deliciosa que estaba, aun así todos querían probar el último plato: el postre de la señora Park. Sin embargo, cuando fueron a buscarlo se encontraron con la escena del crimen: solo un cuarto del postre estaba en la fuente, la otra parte estaba completamente desaparecida. Quedaron desconcertados, y la señora Park estaba furiosa, así que buscaron al culpable, y cuando tocó el turno de Jimin de ser interrogado, éste bajó la mirada y dijo "No sé qué pasó. Estuve todo el día en el bosque." y luego apretó los labios en una fina línea. No lo descubrieron, y terminaron echándole la culpa a Taehyung, el supuesto glotón de la familia. Mientras su amigo lloraba, Jungkook se debatía si decir la verdad, porque era el único testigo que había visto a Jimin enterrando la cabeza en la heladera y comiendo la tarta de chocolate con una cuchara de plástico que, después de consumar el crimen, la tiró entre medio de los árboles. Pero no dijo nada, su lobo no se lo permitió, por alguna razón; así que sólo calló aun cuando Tae sorbía los mocos fuertemente y trataba de defenderse. Se sintió una mierda de amigo.

Without Stereotypes ♡Kookmin♡Where stories live. Discover now