Without Stereotypes ♡Kookmin♡

Aroma

Hyuna se reía de él y de su repentina timidez. Esta vez no estaban tomando té. Almorzaban la comida que ella había preparado, ya que Jimin sabía que la tradición de los lobos en Luna Llena era quedarse en el bosque hasta tarde, y su familia no iba a abandonar la vegetación para ir a prepararle algo de comer a él. Por lo tanto, se encontraban sentados a la mesa, llevando una pequeña conversación, que incluía desvíos de mirada de parte de Jimin cada vez que Hyuna hacía un chiste sobre haberlo encontrado durmiendo junto a Jungkook.

-Descubrí que él es... -dijo Jimin, llamando la atención de Hyuna para que dejara de molestarlo- es mi pareja. -murmuró, hincando la carne y llevándosela a la boca.

-¿Recién ahora? Wow, niño, te creía más inteligente. -respondió ella con una sonrisa de incredulidad.

-¿Qué? -preguntó Jimin sin terminar de tragar- ¿Ya lo sabías?

No podía creer que él, sintiendo el vínculo de aquella manera, se hubiese dado cuenta luego que Hyuna.

-Lo supe desde el momento en el que te vi aparecer en la puerta esa noche. Y además, ¿quién vendría cada noche a ver a un conocido, a pesar de que él mismo está en peligro? -Hyuna negó con la cabeza, mientras cortaba su comida.

-¿Y por qué no me lo dijiste? -recriminó Jimin, sintiéndose tonto ante la curandera.

-Quería que lo descubrieras tú mismo. Creí que sería más especial así. ¿O no lo fue?

Jimin rehuyó de los inquisidores ojos otra vez, sintiendo cómo se clavaban en él.

-Sí, lo fue, gracias. -respondió automáticamente, tratando de ignorar la sonrisa de suficiencia de la mujer y terminar el almuerzo.

Después de acabar de comer, y ayudar a Hyuna a limpiar las cosas, Jimin decidió echar un vistazo a Jungkook.

Cuando despertó a su lado, fue como experimentar una sensación nueva; no comprendía si se debía a que había descubierto lo que había estado frente a sus ojos, o si era a causa de Jungkook y su cercanía, que hacían que su lobo diera vueltas sobre sí mismo. La nueva revelación tenía a su cabeza hecha un caos; por una parte, no podía creer que hubiese encontrado lo que muchos no podían, ya que sabía que muy pocos eran los afortunados, y por otra, estaba enojado con la Luna, por hacerle estos juegos de mierda. ¿No podría haber sido en otras circunstancias? Y, no quería sonar mal agradecido, pero ¿Jungkook? ¿El mismo chico que miraba de mala manera desde que era pequeño? ¿Acaso esto era el karma por haberlo tratado tan mal? Si la Luna lo quería hacer sentir culpable, bueno, lo estaba logrando.

Comprobó que seguía dormido. Era casi como un bebé, que despertaba, comía, y luego volvía a dormir. Hyuna había colocado algunas bolsas, por lo poco que entendía Jimin, al lado de su cama, para que Jungkook pudiera hacer sus necesidades sin levantarse; sin embargo, Hyuna le había advertido que se las sacaría pronto. Jimin no quería ni pensar en el incómodo momento que debería pasar ayudando a Jungkook a ir al baño.

Debía despertarlo para que comiese algo, y así pudiese recuperar fuerzas. Pero antes de que pudiera llegar a él, Jungkook ya estaba parpadeando. Era un poco extraño y perturbador esa conexión que existía; y quizás, a pesar de su estado, Jungkook podía sentirlo a través de su vínculo de una manera más fuerte; después de todo, el alfa en el azabache estaba hipersensible a lo exterior.

-Kook, tienes que comer algo. -le habló, yendo directamente a acariciar su flequillo.

Era una de las tantas manías que habia obtenido en esos días. El suave cabello se sentía bien al tacto, por eso Jimin no podía dejar de hacerlo.

Hyuna apareció por la puerta con una bandeja sin necesidad de ser llamada. Jimin la recibió para luego dejarla en la mesa de noche. La mujer, sin pensar mucho en lo que estaba haciendo, colocó la almohada para que Jungkook estuviera cómodo.