[011] parte I

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—¿Hasta aquí es a donde tus demonios lo rastrearon? —preguntó Dean mientras miraba a los árboles muertos que lo rodeaban.

—El lugar exacto —contestó Crowley—. Mis muchachos nunca pudieron encontrarlo. No estoy sintiendo nada, así que si está aquí, está protegida al máximo.

—Bueno, era un genio en esas cosas, ¿verdad? —razonó Sam—. Estoy seguro que no iba a ser encontrado por un montón de demonios.

Crowley se giró y entrecerró los ojos hacia él. —Como si él fuera a abrirles su corazón, ¿porque son tan adorables?

—Mucho mejor... somos legados —contestó Dean.

Él y Sam se adentraron más en el bosque cuando Anna rodó los ojos y compartió una mirada con Crowley.

—Muy bien, si está tan empeñado en esconderse, tal vez está mirando. Dale una oportunidad —dijo Dean.

Sam miró a su alrededor y sacó la caja que contenía la llave del búnker de su bolsillo. Sosteniéndolo, dijo: —Cuthbert Sinclair... Magnus... lo que sea. Somos Sam y Dean Winchester, los nietos de Henry Winchester.

—Y Hombres de Letras, nosotros mismos —continuó Dean.

—Sabemos lo que sucedió en aquel momento. No estamos necesariamente de acuerdo con eso. Calculamos... quizás quieras contarnos tu lado de la historia.

Hubo silencio por un momento, pero justo cuando los hermanos estaban a punto de dar marcha atrás, un especie de humo empezó a emerger del suelo formando una especie de abertura, similar a una puerta. Intercambiaron miradas antes de caminar directamente a través del humo.

Los tres aparecieron dentro de una casa. Y al parecer, Magnus estaba intrigado por el reclamo de Dean y Sam sobre su legado. Tanto es así, de hecho, que había enviado vampiros detrás de ellos solo para "ver de que estaban hechos".

La mandíbula de Dean se apretó en señal de enojo, al contrario de su hermano que estaba más tranquilo. Anna estaba demasiado ocupada mirando la abarrotada, pero de algún modo organizada, sala de estar en la que estaban.

—Entonces, qué, ¿estamos bajo tierra? —preguntó la pelirroja.

—No —contestó Magnus mientras se sentaba en el sillón de cuero frente a los tres, con un vaso de whisky en la mano—. No, mi fortaleza está justo donde ustedes están parados. Pero es invisible.

—Entonces tú debes ser Cuthbert Sinclair —comentó Sam.

Magnus apretó los labios y levantó la mano mientras dejaba el vaso sobre la mesa auxiliar. —No he sido llamado por ese apodo en 57 años.

Dean arqueó las cejas mientras descansaba sus antebrazos sobre sus rodillas. —Bueno, te ves bien para alguien que tiene... ¿90?

Magnus sonrió y se reclinó en su silla, cruzando una pierna sobre la otra. —Bueno, gracias, chico. Hay un hechizo para casi cualquier cosa. Aunque, estoy impresionado. Has hecho exactamente lo que se suponía que debías hacer. Supongo que voy a extrañar a estos dos de mi zoológico.

Anna frunció el ceño. —¿Tu zoológico?

—Caballeros... —respiró mientras se inclinaba hacia adelante con emoción, a la pelirroja por un momento le molestó que la hubiera ignorado—. Están en el medio de la colección más grande de rarezas sobrenaturales y antigüedades del planeta. Lo siento ¿Dijeron que eran Hombres de Letras? Yo pensaba que todo eso había terminado después del '58.

Sam y Dean respiraron profundo y se enderezaron cuando se miraron por encima de la cabeza de la pelirroja. —Bueno, nosotros somos... somos legados. Pero en realidad, somos cazadores —explicó Sam.

entre los hermanos | supernatural¹Waar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu