Darkness

Prólogo

Ella era plenamente consciente de que no era lo suficientemente inteligente para ser Ravenclaw, tampoco lo suficientemente honrada y justa para ser una Hufflepuff como el sombrero de selección, poco amablemente, le había indicado en su primer año. Sin embargo, y aunque toda su vida había preferido salvarse a sí misma que a los demás se había lanzado delante de una de las personas que más le exasperaba, escudandole de una maldición asesina que no le dió por los pelos.

Rápidamente había respondido al ataque con un movimiento de varita que se le acababa de ocurrir; el mortifago delante suyo se abrió al medio cayendo muerto en dos pedazos.

-¿que ha sido eso?- preguntó horrorizado el hombre detrás suya; ella estaba impresionada, sorprendida y morbosamente curiosa ante el maleficio que acababa de realizar. No hizo caso a la pregunta del hombre y se giró para atacar a otro mortifago, esta vez sin utilizar aquel movimiento.

"Harry ha sido realmente idiota esta noche" pensaba mientras le quebraba la muñeca a mortifago que la estaba atacando. Entonces lo vió, el pobre chico a su lado había sido hechizado y los muy necios ni siquiera sabían terminar con un maleficio tan simple como aquel "¿como se le ocurre venir con esa compañía?".

Decidió librar a Harry de aquel mortifago por lo que hizo un movimiento como si acuchillara el aire hacia el mortifago y este cayó hacia atrás partido al medio, justo como lo había hecho otro pocos segundos antes. Pero aquel acto de ciega y estúpida valentía le acarreó más dolor de lo que pensaba; una maldición cruciatus le dió justo en el pecho y se sintió elevarse del suelo sintiendo que era terriblemente agujereada por centenares de candentes cuchillos; recordaba aquella asquerosa sensación y a pesar de lo que estaba sintiendo se negó a gritar o mostrar algún signo de debilidad.

Se sintió chocando el suelo con fuerza pero el dolor seguía latente, vió más mortifagos acercarse y lanzó más maleficios desde el suelo; por poco no le importaba nada, ni siquiera salir viva de allí.

Siempre había creído que era mucho más sano ponerse primero, siempre había hecho aquello y siempre le había salido bien pero algo había cambiado, tenía que elegir entre un bando o el otro para siempre y sin darse cuenta había elegido, cuando esa noche había despertado agitada no tuvo ninguna duda, necesitaba ayudar a Harry o la maldición Cruciatus hubiera sido un juego de niños, tenía que impedirlo y aunque había ido al departamento de misterios para salvarse a sí misma de algo peor, como buena Slytherin que era, nadie la había obligado a colocarse entre Sirius Black y aquel desgraciado mortifago.

Se obligó a levantarse sin fuerzas para enfrentarse a los que quedaban. Lanzó varios Sectumsempra a todas partes inundando el lugar de sangre, sangre que cubría sus pies desnudos.

Vio el rayo de luz blanca atravesando la cámara de la muerte, pasando por su lado derecho a centímetros de su hombro y giró velozmente viendo como Sirius caía hacia atrás. Intentó tomarlo de la mano y sostenerlo antes de que atravesara el velo pero no pudo y lo vió desaparecer delante de sus ojos; oyó el desgarrador grito de Harry mientras se negaba a llorar, sin despegar sus ojos del lugar en el que el cuerpo de quien consideraba una de las personas mas fuertes y tercas del mundo mágico se había ido y no advirtió que estaba siendo hechizada hasta que fue muy tarde y el hechizo chocó contra ella haciéndola volar por los aires y atravesar la puerta hacia la cámara del tiempo donde se estrelló con una vitrina y perdió el conocimiento.