Harvey y sus padres se mudaron debido al trabajo. Sus padres recibieron una oferta que les exigía cambiar de ciudad. Harvey se transfirió de escuela. Pero las cosas solo fueron peores que en su antigua escuela. En su primera semana en Winterlake Hig...
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"Bueno, voy a nadar con algunos amigos más tarde, ¿quieres venir?" Él cuestionó, salto a su cama. Miré mi yeso y luego a él "Oh, cierto, lo siento". Él dice, decepcionado.
"No podría ir, incluso si estuviese sano". Hablo en voz baja.
"¿Por qué no?" Preguntó entrecerrando los ojos.
"Yo ... no puedo nadar". Lo admito, después de un momento de silencio.
"Sí claro" Él rodó sus ojos, sacando su teléfono.
"L-Liam, lo digo en serio ..." respondo jugando con mis dedos. Hizo una pausa por un momento, colocando su teléfono en la cama. Estrechó sus ojos otra vez, tratando de leer mi expresión.
"Oh mierda, el 'Harvey' no sabe cómo nadar?" Preguntó inclinándose hacia adelante desde la cama.
"... El agua nunca coopera conmigo". Fruncí el ceño, haciendo una excusa. Una gran sonrisa cruzó su cara.
"Eres tan lindo". Dijo, sacudiéndose de la cama. Él envolvió sus brazos alrededor de mis hombros y comenzó a besarse conmigo. Me quedé tímidamente agarrado a sus grandes brazos.
"Saber que no eres bueno en todo te hace parecer más humano". Él se rió entre dientes, separándose del beso.
"¿Estás diciendo que no parezco humano?" Mi puchero vuelve.
"No, eso no es lo que quise decir". Él habló, rascándose la cabeza. "Tu mente parece estar en una escala totalmente diferente en comparación con la gente promedio". Él continuó. No quiero parecer necesitado pero eso me hizo sentir mejor "¿Siempre fuiste así de bueno en todo o solo tienes mucho tiempo para practicar todas las habilidades del mundo?" Preguntó en broma.
"Más cerca de este último. Cuando pasé mis días aprendiendo cosas inútiles noté que comencé a buscar cosas más rápido y de manera más eficiente". Yo explico. Parecía entretenido.
"¿Hay algo además de la natación en lo que no eres bueno?" Preguntó volviendo a sentarse en su cama.
"No creo que sea un buen peluquero". Comienzo, enumerando con mis dedos. Él rió. "No siento que sería un muy buen mesero". Él resopló en eso. "Puedo ser torpe". Continúo. "Y ... y hay ... algunos de los que realmente no quiero hablar ...", dije bajando la cabeza, pensando en todas mis inseguridades, en mis padres. Nunca fui bueno para ser optimista o aceptarme a mí mismo. No creía estar a la altura de los estándares de nadie más.
"No quiero forzarte a que me hables, pero quiero que sepas que siempre estaré aquí para ti, después de todo somos una pareja". Él dice, consolándome. Tenía razón, no necesitaba retener nada ante él.
Le conté toda la situación con mis padres, parecía bastante sorprendido. Esta vez no grité como la última vez, aunque tenía lágrimas corriendo por mi rostro. Él me abrazó en sus brazos y me besó en la parte superior de la cabeza.
