Desde Cero

53 - Comienzos

Vi a mi padre salir de la habitación trasera de la casa.

"¿Qué tal campeón?" Preguntó con una sonrisa tonta. Por alguna razón, parecían estar en realidad allí, y no distantes como suelen estarlo.

"Hola papá" Saludo tímidamente. No los he visto en tanto tiempo, se sentía un poco extraño estar cerca de ellos.

"Mierda, ¿qué le pasó a tu pierna?" Él pregunta.

"Me torcí el tobillo, pero está casi curado". Yo le aseguro.

"Bueno, a-bien entonces". Él me miró preocupado "¿Has visto mi guitarra por casualidad?" Él pregunta confundido.

"O-Oh ... cierto la tomé prestada por un tiempo". Hablo escaneando la habitación por eso. La vi apoyada contra la mesa final cerca de la entrada de la casa. La levanté y estaba a punto de dárselo.

"¿Tu aún tocas?" Preguntó sonriendo. Asiento levemente "Pensé que habrías renunciado a esa cosa". Él continuó. Mi madre vino de la otra habitación, mirando a través de su bolso.

"Bebé, ¿has visto las llaves de la puerta?" Ella pidió saber sin quitar los ojos de la bolsa.

"Toca con nosotros". Él habló mientras levantaba la cabeza. Metió la mano en su bolsillo y le tendió algunas llaves. Tomó las llaves y giró su cabeza hacia mí, luciendo un poco confundida.

"¿Quieres que toque una canción?" Pregunto nerviosamente. Él asintió y mi madre sonrió. Esperaron una actuación.

Preparé la guitarra y comencé a tocar las cuerdas. La canción que elegí fue muy especial para mí. Normalmente solía cantar cuando estaba solo. Me recordaba a Liam y a mis padres.

Mis padres parecían sorprendidos mientras mis dedos se abrían paso entre las cuerdas de la guitarra. Terminé la canción, mirándoles lentamente con una sonrisa avergonzada.

"Es algo.mu bueno que no te rindas con la guitarra porque eres un maldito buen chico". Él habla todavía conmocionado. La mirada de mi madre cambió de conmoción a alegría mientras dejaba ver una gran sonrisa en su rostro. Tímidamente me froté la parte de atrás de la cabeza. Me alegré de recibir atención de mis padres. Me hizo sentir que valía la pena. El estómago de mi padre de repente gruñó rompiendo el momento y haciendo reír a mi madre.

"Vamos a buscar un lugar para comer". Él habló con ella. Ella asintió.

"Yo ... puedo hacerles algo de comer". Digo jugando con los dedos "A menos que prefieran estar solos". Agrego rápidamente, dándome cuenta de que pueden querer estar solos.

"¿Tu-cocinas?" Mi padre preguntó, un poco nervioso. Asentí con una sonrisa.

"Eso sería encantador" Mi madre dijo, con mi padre asintiendo con la cabeza. Por alguna razón, decidieron sentarse y verme cocinar. Mientras trabajaba en la cocina se peleaban entre ellos como los adolescentes típicos. Estaba extremadamente motivado en la cocina sabiendo que mis padres iban a comer mi comida, algo con lo que soñé tanto. Así que para esta ocasión hice mis espaguetis especiales. Serví la comida para nosotros y me senté junto a ellos en el taburete abierto. Miraron el plato por un rato.

"Se ve bien" Mi padre dijo vacilante yendo a probar. Mi madre siguió detrás. Lo masticó por un momento y luego giró la cabeza para mirarme, tenía una expresión extraña en su rostro.

"¿Está bien?" Les pregunto mirándolos. Mi madre volvió la cabeza hacia mí imitando la mirada en la cara de mi padre.

"Harvey ... esto es increíble. Es probablemente lo mejor que he comido desde el año pasado". Mi padre felicitó. Mi madre negó con la cabeza de acuerdo.