Desde Cero

Capitulo 58 (Sin censura)

"Mi cama no es muy grande, así que lo siento mucho si no es cómoda". Dije sintiéndome mal por no haberlo mencionado antes.

"Tonterías, eso solo significa que puedo estar más cerca de ti y ese es el mejor sentimiento del mundo". Dijo en un tono relajado. Sentí que mi cara se ponía roja.

Salí a la cocina para preparar la cena, totalmente nervioso. Liam estaba en la sala de estar, jugando algunos de los juegos que tenía por ahí. Terminé haciendo una simple olla de pasta y un tipo especial de salsa que aprendí a hacer un par de años atrás. Coloqué nuestra comida y la llevé con cuidado a Liam. Con gratitud tomó un plato de mis manos y me dio las gracias por cocinar. Me senté junto a él y comenzamos a comer. Era sobre todo silencio, y nos mirábamos de vez en cuando.

Cuando terminé mi último bocado, Liam tomó mi plato con el suyo y lo llevó a la cocina. Lo seguí con curiosidad detrás de él. Puso los platos en el fregadero y los lavó. Me sentí mal por dejarlo hacerlo puesto que era un invitado y todo eso. Traté de decirle eso pero él me aseguró que estaba bien, que quería hacerlo. Me dio un pequeño beso en la mejilla, dejando una mancha roja en mi piel pálida.

No podía esperar a acurrucarme en sus brazos cuando nos acostáramos. Apagué las luces con impaciencia mientras él me esperaba en las escaleras. Me acerqué a él y él me tomó de la mano y me condujo escaleras arriba. Entramos en mi pequeña habitación y él cayó sobre mi cama con un suspiro.

"Así que tengo que llamar a mis padres y decirles que pasaré la noche en tu casa". Dijo. Decidí que ahora sería un buen momento para conseguir mi ropa. Busqué en mi armario y saqué un conjunto de ropa cómoda mientras escuchaba a Liam hablar por teléfono. Colgó mientras me dirigía a la puerta del baño. Se levantó de la cama y se acercó a mí.

"Me uniré a ti". Hablaba suavemente con una sonrisa. Mi corazón saltó en un latido. No esperaba esto, ni estaba preparado. Me empujó a través de la puerta y cerró la puerta detrás de nosotros.

"¿Q-qué hay de tu ropa?" Pregunto con curiosidad, tropezando con mis palabras.

"Solo llevaré mis calzoncillos a la cama. Llevaré mi ropa vieja por la mañana hasta que me dé una ducha en mi casa". Informó, todavía con su sonrisa.

No nos habíamos visto desnudos a plena luz antes, por lo que mi corazón se aceleró. Abrió el grifo y comenzó a desvestirse sin demora. Con cada centímetro de piel que reveló podía sentir que los latidos de mi corazón se intensificaban, tanto por el nerviosismo como por la emoción. Me quedé en presencia de su tonificado pecho y abdominales mientras levantaba la camisa por encima de su cabeza. Su línea V definida envió sangre por mi cuerpo. Él atrapó mi mirada antes de que pudiera quitar mis ojos y me dio una sonrisa. Tiró su camisa en el mostrador cerca del fregadero y sus manos se abrieron paso hasta la cintura de sus pantalones. Deslizó sus pulgares hacia el botón que los mantenía en su lugar. Y él trabajó sus dedos en ello hasta que hizo un pequeño sonido pop. Deslizó un dedo por sus pantalones tirando de la cremallera con él.

Sentí que me faltaba el aliento, no pude evitar contenerlo, mi corazón acelerado no le permitía salir correctamente. Parecía como si Liam supiera exactamente por lo que estaba pasando mi cuerpo, porque dejó escapar una sonrisa burlona mientras levantaba sus pantalones del suelo. Se sentía como una eternidad mirándolo. El agua estaba definitivamente caliente ahora. No parecía querer quitarse nada más a menos que empezara a desvestirme. Me quedé allí observando la increíble imagen de él con sus apretados boxers grises que abrazaban sus caderas masculinas, resaltando su enorme pene.

Después de un momento de vacilación y preparación, levanté mis manos hasta el cuello de mi camisa y lo llevé por encima de mi cabeza. Sentí un dedo subiendo por mi estómago cuando tenía la mitad de la camisa sobre mi cabeza. Casi salté de mi piel cuando vi a Liam de pie junto a mí cuando terminé de quitarme la camisa. No perdió el tiempo llegando a mi lado. Un gemido escapó de mis labios, lo que pareció complacerlo.