Desde Cero

54 - Curación

Finalmente llegamos a la escuela. Recogí mi bolso y metí la comida en el interior, en realidad era bastante pesado. Liam me ayudó a llevarlo a través de la escuela. Cortney y sus amigas recién entraron a la cafetería cuando entré. Me separé de Liam y me dirigí a su mesa.

"¡Oye, Harv! ¿No habías traído el desayuno?" Cortney preguntó mientras me sentaba a la mesa.

"De hecho, lo hice". Respondo colocando el gran respaldo sobre la mesa. Cortney, que estaba en la mesa y Lillian que acaba de entrar en la cafetería se emocionó. Saqué la comida más bien común y todos cavaron. Solo las chicas y yo ocupamos la mesa en ese momento. La mayoría de las personas no vienen a la cafetería a desayunar, por lo general solo comen en casa, probablemente porque es más fácil y ahorras dinero.

Sonó la primera campana, así que levanté mi pesada mochila y me fui a clase, aunque era mucho más liviana que antes desde que el desayuno se había ido. La clase de matemática transcurrió normal un nuevo tema, logaritmos. Estaba sorprendido por el conocimiento y la velocidad que puse en mi trabajo, y afortunadamente no asumieron que estaba haciendo trampa.

El resto del día fue bien. En el almuerzo todos estaban en las mesas de nuevo. Los amigos de Liam y Cortney se sentaron en todos los asientos. Arrebataron la lasaña que traje. Todos en la mesa estaban haciendo tanto ruido que todos los demás estudiantes en la cafetería nos miraban como si fuéramos una especie de comedia. También noté que los cocineros detrás del mostrador de la cafetería nos miraban. Supuse que era por llevar tanta comida a la escuela. Les quitaría sus ventas. Tenían ciertas comidas en venta y les daban la comida barata gratis, aunque todavía me sentía un poco mal. Bretton y Garris se sorprendieron por el sabor de mi comida, ya que era la primera vez que comían algo cocinado por mi. Hice muchas galletas, pero terminó siendo suficiente para que todos puedan obtener dos, aunque supongo que es suficiente.

Liam me llevó de vuelta a mi casa. Él me tomó en sus brazos y me besó antes de irse. Vi a mi madre en la puerta sonriendo, solo suspiré mentalmente.

"Hice la cena" Mi madre anunció, tímidamente, cuando entré por la puerta "Sé que probablemente no se compare con tu comida, pero pensé que sería bueno cocinar". Ella continuó. Le fulminé con la mirada. He querido comer una comida hecha por mis padres durante mucho tiempo.

"Me aseguré de que no quemara la casa, y la ayudé con los ingredientes". Mi padre dijo, apareciendo por las escaleras. Casi podía sentirme saltando de emoción.

"Comeremos dentro de otra hora, ya que es bastante temprano". Ella informó. Estaba un poco ansioso, pero podía esperar.

"Harvey, noté que todavía tienes ese teclado en tu habitación, ¿tocas?" Preguntó, caminando hacia mí. Asentí con la cabeza, un poco sorprendido de que recordara el teclado.

"Quiero escucharte tocar algo". Él sonrió. Esto ya me estaba recordando a ayer.

"¿Debo tocar en mi habitación ... o traer el teclado aquí?" En voz baja pregunto.

"Puedo subir a tu habitación". Mi padre dijo simplemente.

"No encontraremos revistas sucias, ¿verdad?" Mi mamá entrecerró los ojos con una sonrisa. Negué con la cabeza, avergonzado. Supongo que esto significa que ella también estará mirando. Subí nerviosamente las escaleras y entré a mi habitación con mis padres siguiéndome de cerca. Me senté en el taburete y esperé un rato. La habitación estaba completamente silenciosa, incluso con la presencia de mis padres, como a mí me gustaba. Relajé mis manos en las teclas y toqué.

En algún momento de la canción, me di cuenta de que comencé a cantar, de lo típico. Raramente podía contenerme. Mis padres continuaron quietos en la esquina mientras tocaba. Mi cuerpo se tambaleó naturalmente hacia adelante y hacia atrás mientras mis dedos tocaban las teclas. Terminé la canción y me volví hacia ellos luciendo una pequeña sonrisa. Mi madre se quedó sin aliento, sin decir una palabra. Mi padre tenía una sonrisa desgarradora.