34.

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Me levanté de la cama y empecé a desempacar, comencé a guardar mis cosas en un pequeño mueble que se encontraba en medio de ambas camas. Abrí el primer cajón y guarde algunas cremas y algunas prendas, al abrir el siguiente cajón este tenía muchas cosas pero entre ellas destacaba una foto enmarcada de dos niños, Ryan y yo.

Observe atentamente la foto, ambos teníamos el rostro cubierto de barro, con ropa de camuflaje, ramas en el cabello y lo más importante ambos sonreímos.

—¿Como pase de sonrisas y risas a esto? Una chica totalmente distinta, una que su vida se resumía a depresión y pesadillas.

Recorrí la foto con la yema de mi dedo índice, sonreí un poco, debió ser grandioso ese día pero el problema era que tampoco lo recordaba.

—Wow y pensé que me odiabas ¡Pero hasta una foto mía tienes! ¿Quizás me quieres en secreto? — ríe y niego. — A tu anterior pregunta te tengo la respuesta, dejaste que el pasado te consumiera.

—Tranquilo, no te quiero ni en secreto — lo escuché reír y luego hablé —, tal vez lo hice pero vamos, es inevitable si pasas por lo mismo que yo.

—No hablaré ni discutiré de esto hoy y menos aquí, venimos a disfrutar como los viejos tiempos, a revivir al menos este fin de semana. No quiero hablar de ello.

—¿Y si yo lo quiero?.

—Te consumirá y no disfrutarás este fin de semana.

Asentí, puse la foto en la base del mueble junto a la lámpara y sonreí, no la iba a guardar, la llevaría a casa.

—Sabes, aquel día que se rompió mi violín aguarde la carta, no la leí — se sentó frente mío —, quiero leerla contigo, no podré yo sola.

Miró directamente sus ojos, hablaba enserio, no quería leerla sola y si debía hacerlo con alguien, quería que Ryan fuera.

—Bien, la leeremos juntos, cuando estés lista — me sonrió y asentí.

Nos repartimos los cajones yo el primero y tercero y él los dos últimos dejando intacto el segundo, y con sus cosas en el. Al terminar quedamos en ir a comer y luego divertirnos con los chicos ¿Que si tenía algo planeado? No, siempre he sudo fanática de lo momentáneo, pues las cosas menos planeadas son las que se te quedan grabadas siempre.

(...)

—¡Pásame un pedazo de carne! — Decía Steven.

—¡La sal, la sal! La estoy pidiendo hace horas — suplicaba Asher.

—La salsa de aguacate ¡Por aquí!.

¿Que fue eso? Las consecuencias de comer todos juntos y más si tus amigos son flojos, creo que fue mala idea juntarnos todos. Nota mental: no volver a comer todos en una mesa.

Observe a Asher poner un chícharo en su cuchara, estirarla hacia atrás y apuntar ¿Hacía mi? Maldito traidor, nuestras miradas chocaron, el descarado sonrió y yo negué lentamente.

—No me pasaste la sal.

Dijo para después lanzar el chícharo, fui astuta y me agaché, ese cavernícola luego me las pagaría, escuché un quejido y mire a mi lado.

—¡Me diste en el ojo idiota! — Chillo Shar, lo sé, en ocaciones se le sale su barbie interior.

—¡Lo siento! ¡No era para ti!.

La pelirroja lo ignoro y tomo un poco del puré de papa, sonríe ante el chico y luego lanzó la mezcla, Asher no tuvo que esquivarla ya que aquí mi mejor amiga no era buena lanzadora y le dió al blanco equivocado, Steven.

—¡De esta no te salvas cabello de tomate! — Mordió su carne y la refugio bien para después lanzar mas comida.

—¡Guerra de comida! — Grito emocionado Dylan y todos, me incluyo, empezamos a tirarnos comida.

—La comida es un manjar sagrado, no debemos de des...

Y ese era Mike tratando de parar la guerra y salvando sus alimentos lamentablemente fue callado por una masa color café, mi amigo gruñó y con su dedo tomo un poco de aquella masa y lo probó.

—¡¿Enserio?! — Se limpio sus ojos y miró al causante de esto —, pudiste lanzarme cualquier cosa y preferiste ¡Desperdiciar Nutella!.

Demonios mis reservas.

—Bla, bla, bla, hablas mucho y te diviertes poco.

—¡Pero hablamos de Nutella...

Pero ni siquiera acabo su oración el pequeño Mike pues una gran mezcla de guacamole se estrelló en du rostro, demonios mi guacamole sagrado.

—¡Agh! Me has declarado la guerra castaño de pacotilla.

Y ese fue Mike aquel chico cuya personalidad es totalmente divertida, bromista y tranquila sacado de sus casillas y el causante de aquel milagro era Asher Williams.

Fue así como nos dividimos en dos, en el grupo de Asher se encontraban Matwen, Dylan, Ryan y la única chica con ellos Mackenzie todos ellos con algo en común traicioneros y finalmente pero no menos importante mi equipo en ellos se encontraban Sharpay, Steven, Aarón y Mike todos con algo en común aplastar a Asher.

~•~

Parte 1/2.

¡Hola artistas! Un nuevo capítulo ante ustedes. Cómo verán este dividido en dos, así que corran a la segunda parte que ya subí.💖✨

💖✨

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Una Nota Para DosWhere stories live. Discover now