Mi nombre es Sarah, en mi corta vida he vivido muchas tragedias entre ellas la muerte de mi padre, soy una chica con una vida un tanto aburrida...
«Oh es lo que pienso.»
Oh bueno eso era hasta que él llegó...
❝Las emociones son igual que tocar el v...
—¿No pusiste atención, cierto? — Le mire apenado y negué.
—¡Pero pondré atención en el grupal! — Me apresure a decir mirando el maquillaje de su rostro —, estaba distraído en algo y se me pasó el tiempo rápido.
—Me pregunto en qué tanto pensarás, en fin, iré a cambiarme para el baile grupal.
Asentí mordiendo mi mejilla, si tan solo supiera que me está pasando, sentí sus labios sobre mi mejilla y cuando le quise poner más atención ya se había ido a los vestidores.
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—¿Cómo les está llendo? ¿Alguien se equivocó? ¿Se olvidaron de la coreografía? ¿Hay chicas lindas? ¿Pidieron sus números para mí? ¿Ya me compraron algo de Orlando? ¿Alguien ya se rompió el pie?.
—¡Steven! — Gritaron Asher, Sarah y Aarón al mismo tiempo mientras miraban al castaño en la videollamada.
—Ya, ya, pero cuenten — hizo un puchero mientras Sharpay lo empujó para hacer su aparición.
—¿Cuantos culitos ya patearon mis ganadores? — Pregunto entusiasmada la pelirroja mientras miraba sus uñas.
Dylan se sentó sobre las piernas de Sharpay tapándola y dejándose ver a través de la pantalla con una sonrisa.
—¿No te das cuenta, cabellos de tomate podrido? Como ya son famosos ya ni caso nos harán, justo en el corazón, ¿qué falta? ¡Qué pasé por encima de nosotros! — Dramatizó Dylan recostandola su espalda sobre Sharpay tomándose el pecho ofendido.
Sarah no pudo evitar reír y en cuanto estuvo lista le hice un lado para que los saludara.
—No sean dramáticos, les daremos nuestro autógrafo en cuanto volvamos, por favor — sonrió mientras observaba a los chicos por la videollamada —, ahora necesito ver a mi castaño favorito.
—¡Sarah! ¡Ya te dije que soy rubio!... — Chillo Dylan pero fue cortado su discurso en cuanto Steven lo empujó haciendo que se callera junto con la pelirroja.
—Aqui estoy cariño, ahora dime, ¿me compraste algo? — Sarah rodo los ojos y acomodó su cabeza en mi hombro —, ¡Hey! Walker alejate de mi mejor amiga si no quieres que te pateé tu culito.
—¡CHICOS FALTAN CINCO MINUTOS! ¡DEPRISA, DEPRISA! — Gritó mi madre quien portaba un vestido que resalta su delgada figura color azul y su cabello recogido en una elegante coleta.
—¡No! ¡Aún no estoy listo para despedirme! — Dramatizó Steven con un puchero.
—Lo siento, Juno me llama, cuídense y mándale saludos a mamá.
