Una Nota Para Dos

61.

—Tengo cáncer de pulmón.

Sus palabras seguían resonando en mi cabeza, esto no podía ser real pero lo era y como lo odiaba, hubiera preferido que fuera una broma y enojarme por esa pequeñez pero todo había sido diferente, Ryan estaba enfermo y lo primero que hice fue huir.

Mire la hora y aún era temprano, tenía tiempo para tranquilizarme antes de entrar a casa así que solo me senté en los escalones de mi hogar mientras miraba mi celular como si en el pudiera encontrar la respuesta, consejo o regaño que necesito.

—Ryan, eres un tremendo idiota, ahora también te perderé a ti después de que te esforzaste tanto en que me agradaras y me hicieras recordar nuestros momentos juntos.

Murmuré a la nada mientras me abrace a mi misma y lloraba en silencio, deje caer mis lágrimas nuevamente como hace tiempo no hacía, dolía mucho más en esta ocasión porque con él fue todo distinto, lo odie al inicio, después lo fui conociendo, me confesó algunas cosas que había olvidado, me ayudó con el bloqueo de mis recuerdos, abrí todas mis heridas y dolores a él para que lograra hacerme sonreír a la vida, esa vida que me quitó a mi padre, a mi mejor amiga y ahora volvía hacer de las suyas con Ryan. Intenté limpiar la lluvia de lágrimas pero era imposible, seguía llorando por la frustración de esa noticia.

—Al parecer ya te lo dijo — escuché la voz de Dylan y me odie, debí escucharlo y esperar a mañana pero mi curiosidad ganó y no termino matandome pero si destrozandome —, yo... Mierda, no tengo nada que decirte, nunca fui bueno en estas cosas.

Sentí sus brazos rodear mis hombros y le miré, era obvio que ya estaba enterado de eso, quería golpearlo hasta maltratar ese rostro de niño bonito que tiene.

—No me mires así, como si quisieras golpearme por no habértelo dicho.

—¿Y como quieres que te mire? ¿Con admiración? Eres su cómplice, no me preparaste...

—Y aunque lo hubiera hecho no cambiaría tu reacción, nunca se está preparado para recibir una noticia así, ¿O estoy equivocado? — negué en silencio y me sonrió estando de acuerdo con mi respuesta —. Si lo hubieras escuchado primero por mi te habría herido más, así que no estaba en mis manos ni era mi deber decírtelo, era de él y estoy feliz de que te lo haya dicho.

—¿Feliz? Ryan me ha confesado que tiene cáncer y no quiere seguir luchando — le miré sin creer haber escuchado aquellas palabras.

—Si, estoy feliz porque creeme es mejor que te lo haya confesado a que te lo oculte y de un momento a otro desaparezca sin alguna razón y no te diera la oportunidad de estar con él.

—Es que no lo puedo creer, desde que me fui de su casa no pare de pellizcar mi brazo pensando que esto sería un sueño — le mostré mi brazo donde se había formado una mancha roja a causa de la irritación.

—Será mejor que grave ese maratón, lo puedo posponer por ti y me quedaré contigo hasta que te puedas dormir, te ves horrible y no creí que pudieras superar la fachada de ti recién levantada — no pude evitar reír y golpeé su hombro —, ¡Hey! Te hice reír, ¿Quien es el mejor hermano adoptivo? Exacto yo lo soy.