Mi nombre es Sarah, en mi corta vida he vivido muchas tragedias entre ellas la muerte de mi padre, soy una chica con una vida un tanto aburrida...
«Oh es lo que pienso.»
Oh bueno eso era hasta que él llegó...
❝Las emociones son igual que tocar el v...
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—Sharpay manos a la obra, vamos a cocinar — dijo Dylan emocionado y mi amiga lo observó.
—¿Hablas enserio?
—Se que no sabes ni cortar una zanahoria así que yo te enseñaré.
Apreté mis labios aguantando no reírme mientras entre los cuatros sacabamos las cosas de auto llevándolas a la cabaña. Sharpay me miró con reproche y yo me encogí de hombros.
—Sarah... Era un secreto — me señale ofendida y negué —, se que fuiste tú, solo se lo había contado a mi familia y a ti mi vergonzoso secreto de no saber cortar una zanahoria — se giró hacia Dylan —, en mi defensa son muy difíciles y siempre el cuchillo se resbala.
—Seguro la agarras mal y por eso te pasa eso, tontita — Dylan la tomo del brazo —, anda que yo te enseñaré.
—¿Y porque yo? Sarah sabe cocina y Ryan bueno no sé si sepa pero todos son mejor opción que yo.
Dylan me miró y después a Ryan sonrió hacia Sharpay y acarició su cabello.
—Pobre e inocente Sharpay, para mí eres mejor opción que cualquier otra persona — Las mejillas de mi amiga se tornaron un poco rojas y Dylan se acercó a su oído susirrandole algo al oído.
Sharpay me dio una última mirada y la desvió un momento para asentir y tomar de la muñeca a Dylan.
—Bien pero si quemó algo te culparme a ti...
Se fue advirtiendo a Dylan y yo salí de la casa para mirar a Ryan un momento, ¿Que había hecho mal? ¿Me había apresurado admitir mis sentimientos? ¿O es que acaso lo hice en mal momento? No dejaba de hacerme preguntas tras la corta respuesta que Ryan me había dado, un "gracias" ¿Que significaba eso? ¿Friendzonada de una manera más "pacífica"? También me sabía si debí decirlo mucho antes, ya saben antes de enterarme que tenía cáncer, quizás él pensaba que lo hacía porque ahora sabía que estaba enfermo por lástima y odiaba tener ese pensamiento porque siempre me costó expresarme de esa forma con las personas, no lo dije por lástima es lo último que haría.
Porque era algo que no me gustaría que me hiciera y porque había aprendido de Kate al estar enferma esas últimas semanas que las pase a su lado. Si tan solo tuviera el poder de leer mentes o descifrar a las personas con una mirada, algo así como narran en los libros pero para mí mala suerte no tenía ninguna de esas habilidades.
—¿Sarah estás aquí? — Escuché una voz y después unos chasquidos así que salí de mi trance de pensamientos y reaccione.
Era Ryan quien chasqueaba sus dedos y pasaba su otra mano frente a mi cara, solté una risa nerviosa y di un paso hacia atrás notando la cercanía que teníamos y asentí.
