•• Capítulo 6••

11K 765 184
                                    

Advertencia: Capítulo subido de tono

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Advertencia: Capítulo subido de tono. Se recomienda ser mayor de 18 años. (aunque si la advertencia ya está en la descripción de la historia, es su responsabilidad.)

"— Porque los dioses están de nuestro lado. — le contesto sonriente. — No olvides quien es mi madre, Ivar. — le susurro de manera suave en su oído, para terminar descendiendo a su cuello, para depositar suaves besos en su piel."

Luego de hablar, comencé a besar dulcemente su cuello, sintiéndome embriagada por su aroma. Una mezcla entre bosques y hombría, que inundaba mis fosas nasales provocándome una presión en el corazón.

Aroma a Ivar.

Haciendo un camino de suaves besos sobre su mejilla, llegué hasta su boca, que por la manera en la que me recibió, pude entender que se encontraba deseosa de besar mis labios nuevamente. Comencé a subir la parte de arriba de su ropa, para luego sacársela, y poder apreciar el formado torso que poseía. Quizás de tanto arrastrarse o de su propio entrenamiento, Ivar poseía un torso marcado y una espalda fuerte que podía apreciar mientras lo acariciaba.
Su respiración era dificultosa y eso me dió algo de ternura. Me había dicho que había intentado estar con una muchacha una vez, pero no había podido lograrlo. No me importaba. Hoy iba a ser nuestra primera noche juntos y haría todo lo posible para que Ivar se sienta todo un hombre frente a mí.
Lo empujé suavemente hacia un costado, para poder colocarme encima de él. Fui bajando la ropa que cubría sus piernas, pero él me detuvo de inmediato.

— No.

— ¿No quieres hacerlo?

— Si. — contestó rotundamente. — pero por esta vez, sólo deja que conserve esto.

Sonreí asintiendo comprensivamente, entendiendo que debe ser muy difícil para él mostrar sus piernas. No las había visto, pero hoy no era el momento para matar mi curiosidad.

Nuestras bocas se encontraron nuevamente cuando él comenzó a despojarme de la ropa que cubría la parte superior de mi cuerpo.
Sentada encima de su regazo, Ivar admiraba atentamente cada centímetro de mi desnuda piel, como si fuera un paisaje digno de admirar. Enderezó su cuerpo para formar un húmedo camino de besos que comenzaron en mi boca, descendieron a mi cuello, mis clavículas y llegó finalmente a mis pechos, que tímidamente se animó a besarlos. Sólo podía jadear del placer que mi piel sentía al entrar en contacto con los labios de Ivar.
Era diferente a absolutamente cualquier hombre con el que había estado, tampoco es que había estado con muchos, pero jamás, jamás había sentido lo que estaba sintiendo en este momento.

Sentía a mi piel arder con su tacto. Como si nuestros cuerpos estuvieran destinados.

Siguió entretenido con mis pechos, animándose cada vez a besar con más pasión mi piel, mientras que sus manos viajaban de mi vientre a mi espalda, acariciándome cada vez más fuerte.

Me tumbó nuevamente en la cama, colocándose cómodamente encima mío, mientras me volvía a besar. Se separó lentamente de mi para mirarme a los ojos, como si no creyera lo que estaba pasando. Su mirada se encontraba más oscura de lo normal, llena de deseo y lujuria.
En determinado momento, bajó su man, y luego de comprobar vaya uno a saber que, me sonrió de lado mientras que con esa misma mano empezó a despojarme de lo único que me quedaba de ropa, que en éstos momentos, estaba de más.
Al quedar totalmente desnuda frente a él, no dudó un segundo en bajar, sólo lo necesario claro, parte de su ropa inferior para de una vez por todas comenzar con lo que veníamos a hacer.

La Hija De Freyja • Ivar The Boneless •Donde viven las historias. Descúbrelo ahora