Luego de la muerte del Vikingo Ragnar Lothbrok, sus hijos buscarán aliados para la venganza contra los sajones cristianos, causantes de la muerte de éste.
Viajarán hasta el Reino de Viken, en busca del reconocido guerrero Viggo y su ejército. Lo qu...
Es Ivar el Deshuesado, hijo del gran Ragnar Lothbrok, obviamente está bien.
Luego, pensé en lo que casos sucedió con Ubbe. Suspiré agobiada. ¿Y si lo que me dijo el profeta tenía relación con Ubbe? ¿Y si actué mal al no escuchar a Ivar e irme sin discutir?
¡Dioses!
Pero mis pensamientos se esfumaron cuando sentí como una mano se posó suavemente sobre mi hombro. Giré y me encontré con la reina Lagertha, quien llevaba un elegante vestido con una capa roja encima.
¿Cómo Ragnar pudo dejar escapar a ésta mujer? Ojala yo pudiera ser una leyenda como ella.
— Mi hijo me habló de lo que te espera en Viken. — comenzó a hablar, sin quitar la vista del mar. La imité y posé mi vista allí también. — ¿Matarás a Bard?
— Claro que lo haré. — contesté segura.
Aunque no podía verla, sé que estaba sonriendo. — Bjorn me dijo que veía mucho parecido entre tú y yo. Tu manera de luchar, tus convicciones, tu carácter, tu liderazgo... No me sorprende que más de un hijo de Ragnar se haya fijado en tí.— giré mi rostro con brusquedad al escuchar eso. Ella sonrió con la vista aún pegada al frente. — Ubbe es muy transparente. Además no ha dejado de mirarte desde que estás aquí. — miró hacia un costado disimuladamente — Es más, aún sigue observándote.
No quería mirar. Sentía una mirada en mí hace rato y era muy probable que sea Ubbe el culpable.
— Sin rodeos. Dime porqué estás de mi lado.
Wow, sí que era frontal.
— Ya te lo he dicho anoche, Lagertha. No creo que Ivar tenga razón, yo te justifico.
Giró para posarse frente a mí. Imité su acción para poder mirarla a los ojos y enfrentar nuestros rostros.
— Lo sé. Pero ¿Qué es lo que buscas con esto? Sabes que puedes morir en la batalla, ¿y todo por justificar un asesinato del que no estuviste relacionada?
Sonreí ante su inteligencia. — Ivar rompió mi corazón, Lagertha. ¿Qué hiciste tú cuando Ragnar rompió el tuyo?
Cambió su postura a una más erguida. — ¿Crees que es lo mismo?
Negué con mi cabeza rápidamente — Claro que no, no quise ofenderte. Quiero que entiendas mi postura. Ivar me traicionó...¡con una esclava! — grité con asco. — Manchó mi honor, mi orgullo... Te lo dije anoche: no lo mataré, no soy capaz de asesinar a quien aún amo. Pero jamás justificaré lo que hace.
