•• Capítulo 21 ••

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“ Pero no

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Pero no... Ya no lo soportaba. Mi vista se veía afectada por las lágrimas a punto de cae, y estaba segura que si parpadeaba aunque sea una vez, las lágrimas comenzarían a descender sobre mi rostro y la inminente lluvia caería.

— ¿Lena? ¿Estás bien?

La voz de Heahmund me saca de mis pensamientos. No logro verlo, ya que mis lágrimas ocupan mi vista y no quiero parpadear.

Pero lo hago. Parpadeo y automáticamente incontables lágrimas comienzan a descender por mi rostro.

— ¿Estas herida?

Sorbo mi nariz y de la nada misma una potente y repentina lluvia comienza a caer con fuerza sobre la tierra sajona.
Heahmund se alerta de eso, mirando por el pequeño trasluz que se encuentra en el calabozo, frunciendo su ceño sin entender.

Y es que claro que no lo entiende. Hace instantes, la noche estaba despejada y hasta un poco fresca y ahora la tormenta toma más potencia cuando se empieza a oír como el mar se agita de manera furiosa.

— ¿Cómo hacen? — es lo único que atino a decir. Heahmund vuelve a enfocar su mirada en mí, aún sin entender que me sucede. — Sé que tu dios es amor, perdón y yo que sé cuantas idioteces más... ¿Cómo se hace? ¿Cómo se hace para poder perdonar y que tu corazón no se llene de odio, Heahmund? — intenta formular alguna respuesta, pero no lo dejo hablar. Soy yo quien necesita desahogarse esta vez. — ¿Cómo haces para olvidar que te han mentido, que te han traicionado y poder perdonar así como si nada?

— No todo es tan fácil como lo ves, Lena.

— ¡Claro que no! ¡Porque es una mentira! ¡Todo es una maldita y estúpida mentira, Heahmund! — mi voz quebrada se vuelve un grito encolerizado para responderle.

Me duele el corazón, me duele el cuerpo. Siento como si me hubiesen sacado del lugar tranquilo y feliz en el cual estaba y me hubiesen llevado al peor de las pesadillas y me tuvieran ahí, para torturarme, pegarme y humillarme.

— Sabes... Alguien me dijo que no tengo que dejar que mi corazón se llene de odio. Que tengo que seguir siendo siempre yo misma. La Lena que sonríe, la Lena amable, la Lena compañera...— lloré recordado las palabras de mi madre — Pero no se puede — mis últimas palabras las murmuré con dolor. Gateo hasta llegar a él, para poder observarlo a los ojos nuevamente. — Rompieron mi corazón, obispo. Y no puedo ser la misma después de ésto... — me miró arrugando sus cejas. Me incentiva a seguir hablando. Pero no lo haré. No por ahora. — ¿Sabes quiénes eran mis padres, Heahmund?

Luego de pensar mi pregunta,  claramente porque le cambié rotundamente el tema, arruga sus cejas y niega con su cabeza.

— "Viggo, el Fuerte" fue mi padre. Uno de los vikingos más sanguinarios y fuertes que todo Noruega pudo conocer. Lideraba ejércitos, guerreros. Se decía que estaba bendecidos por los dioses...—

La Hija De Freyja • Ivar The Boneless •Où les histoires vivent. Découvrez maintenant