•• Capítulo 13 ••

7.4K 484 65
                                    

Avanzamos hasta quedar a pocos metros de la ciudad de York

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.


Avanzamos hasta quedar a pocos metros de la ciudad de York. Me encontraba en el carruaje de Ivar junto a él, cuando giró su rostro para darme la señal que necesitaba para comenzar con mi parte, una vez que unas campanas comenzaron a sonar.

— Házlo — me ordenó.

Bajé y me dirigí agachada hasta quedar cerca de los muros de la ciudad. Apunté con mi arco a uno de los guardias que se encontraba de espaldas a nosotros.

— A ver cuanto te protege tu Dios. — murmuré y mi flecha dió justo en la garganta del guardia, matándolo al instante.

Uno de los grupos comenzó a avanzar hasta los muros con sus escaleras dirigidos por Ubbe, quien al pasar por mi lado tironeó de mi trenza de forma cariñosa, regalándome una dulce mirada de parte de sus celestinos ojos.

— Deja de copiarme. — me dijo al pasar y comenzar a subir junto a los guerreros, atacando a los guardias.

Sonreí por sus palabras, ya que hoy había decidido no tener mis clásicas trenzas con mi pelo suelto. Sino que había hecho solo pequeñas alrededor de mi rostro, y una única trenza mayor, similar a la que Ubbe llevaba.

Una vez que nuestra gente comenzó a trepar por sus muros, nos abrieron desde adentro el portón principal dándonos lugar a entrar.
Cuando estaba por ingresar junto a todos los guerreros, ví el carruaje de Ivar llegando a donde me encontraba, y a penas me vió, agarró las riendas del caballo con una sola mano, y fue estirando su otro brazo en mi dirección.
Al pasar por mi lado, sin la necesidad de frenar ya que no iba tan rápido, tomé de su mano y sólo con su fuerza y mi impulso, me trepé a su lado, y me acomodé con mi arco y mi flecha despejando el camino de los pocos cristianos que se cruzaban.

Terminé con unos cinco o seis sajones cuando llegamos a la iglesia. Ubbe y Hvitserk se abrieron paso entre los guerreros, para finalmente abrir las puertas de la casa del Dios cristiano.

Mi mente viajó lejos de aquí, pensando si realmente debía entrar. Odiaba a los cristianos. Odiaba su Dios, su religión...odiaba todo de ellos. Pero no había dudas de que este estúpido lugar era importante para ellos. ¿Estaría bien asesinar personas en un lugar sagrado?

— ¿Tú no entrarás?— me preguntó Ivar, quién estaba alistándose de sus armas para bajar.

— Es un lugar sagrado. A mí tampoco me gustaría que nos ataquen en nuestros rituales.— contesté seria.

Ivar sonrió irónicamente — No te creas que ellos se detendrían a pensar lo mismo que tú. — besó mi frente y fue bajando arrastrándose hacia la entrada, cuando los gritos comenzaron dentro del lugar— ¡Puedes entrar después de que terminemos con ellos! — gritó una vez que unas pocas personas comenzaron a escapar.

*

— ¡Por nuestra victoria! — exclama Ivar levantando su copa.

— ¡Por nuestros dioses! —grito yo, elevando mi copa.

La Hija De Freyja • Ivar The Boneless •Where stories live. Discover now