La vida de Jungkook estaba llegando a la monotonía, al mismo tiempo sabía que nada podía salirse de las manos y eso estaba bien con él, tenía amigos y disfruta de su tiempo con ellos y consigo mismo, pero... una muy pequeñita parte de él, solo tal v...
"Porque esa fiesta no es lugar para niños como tú"
Ese maldito. ¿Quién se cree para decirme que hacer y qué no hacer? Y sobre todo como se le ocurre llamarme niño, ya vera a este niño lo que es capaz de hacer si se le provoca.
Por esa razón me encontraba en mi habitación a las 10:40 de la noche alistándome para ir a la dichosa fiesta.
Les juró que no quería ir, es más ni me lo había planteado, pero Jimin tuvo que salir con sus comentarios y diciéndome que no quería que fuera porque según soy un niño para ir a esos lugares.
¡Mentiras!
Lo único que quería era el campo libre para no estar conmigo y ligarse a quien se le antojara, pero me vale, porque se puede ir con sus amigas y a mi dejarme en paz. Con suerte y no me la paso sólo, ya que irán Jin y Tae....tan siquiera.
Me estaba terminando de poner mi chamarra cuando escuché el claxon del carro de Jin, enseguida agarre mi billetera, mis llaves y cerré la puerta de mi departamento, cuando estaba en el auto me asegure de enviarle un mensaje a mi mamá para que supiera donde estaba por si se le ocurría llamar al departamento o al teléfono y no contestaba.
—Mira que guapo se ve el niño. — me dijo Tae mientras me codeaba y movía sus cejas. —De seguro y consigues ligue hoy.
— ¿Tú crees? Apuesto a que empieza a comportarse como retrasado cuando alguna chica linda se le acerque. — decía Jin burlón.
—Ja ja. —hicé mala cara. — Al menos se me acercarán y no saldrán huyendo por lo especial y sangrón que puedo llegar a ser o un completo raro. — Me crucé de brazos y mire por la ventana. —Además, no es como si estuviera muy entusiasmado por ir.
— ¿Y entonces por qué estás aquí? — dijo Jin con desconcierto mientras mantenía su vista en la cafetería.
— Sólo para llevar la contraria, ¿acaso no es obvio?
Jin suspiró con pesadez.
—Ya me lo imaginaba.
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Ni bien íbamos llegando a la casa donde era la dichosa fiesta, ya se escuchaba la música a todo volumen a una cuadra de esta.
Cuando nos bajamos del auto pudimos apreciar de que ya estaba llenísima la casa, mientras íbamos caminando a la puerta vimos que había gente afuera de la casa, en el patio, cerca de la alberca, ah porque cabe mencionar que Amber era una muchacha rica, si bien ella era humilde en lo que respecta y le caía bien a todo mundo, nada más tenías que ver en que auto llevaba y la ropa que usaba para saber cómo era su familia.
En fin, al momento de cruzar la puerta un fuerte olor a alcohol y cigarro llenó mis fosas nasales, no estaba acostumbrado a estos olores, hasta cierto punto siento que me sofoca, pero me tengo que aguantar, todo sea por demostrarle al estúpido de Jimin que no necesito su permiso para salir o ir a algún lugar.
