33.- Acuerdo terminado

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Dedicado a: 

LaGalletaIncognita 



Me encontraba en el dormitorio sentado en la cama mirando fijamente el suelo.

No sabía qué hora era, no sabía cuánto tiempo me había llevado llegar a casa de mi abuela caminando, no sabía cuánto tiempo había llorado.

De lo único que era consciente era del intenso dolor que estaba sintiendo en ese momento. Ni siquiera me sentía cansado físicamente, todo era emocional.

¿Esto es lo que se siente cuando te rompen el corazón?

Mis ojos amenazaron con llenarse otra vez de lágrimas, sorbí mi nariz y negué con la cabeza tratando de despejarme para no llorar.

Lo cual me estaba resultando muy difícil.

Me mire las manos, aún temblaban.

Me sentía ansioso, pero no quería moverme, porque por muy estúpido que sonara, sentía que si me movía, no iba a poder ser capaz de controlarme de nuevo.

Al llegar a casa de mis abuelos, lo primero que hice fue evitarlos a toda costa, me sentía como el hijo que llega borracho a casa en la madrugada y tiene que caminar en puntillas para que no lo pillaran.

Me sentía patético, pero tuve que hacerlo, no quería que me llenarán de preguntas al verme con los ojos llorosos y la cara hinchada de tanto llorar.

Jamás había llorado por alguien, era la primera vez que lo hacía.

No es para nada bonito.

Suspiré temblorosamente.

Parpadee una, dos, tres veces sin moverme, sin dejar de ver el punto fijo en el piso. No era quizá lo mejor, pero funcionaba para mantener mi mente en blanco y no atormentarme a mí mismo.

Mi tiempo de tormento había pasado, en el camino hacia acá, ya no quería pensar en eso.

Ya no. Haz que se detenga.

Sorbí mi nariz, no quería ver a Jimin. Aunque quisiera sentir rencor.... Por alguna razón no lo sentía, lo único presente era la sensación de pérdida. Y por más que quisiera evitarlo, tenía que enfrentarme a él. Para hablar, porque estaba muy seguro de que de alguna manera me preguntaría el por qué de mi ida.

Escuché el sonido de la puerta de la habitación abriéndose y unos pasos apresurados hicieron acto de presencia.

—¿Cómo te encuentras?— mi corazón dio un vuelco ante el sonido de su voz preocupada, aunque la verdad no sabía si solo fingía o realmente lo sentía.— ¿Te sigues sintiendo mal?

Unos tenis entraron en mi campo de visión haciéndome tensar en mi lugar, unas manos hicieron acto de presencia en mis mejillas tratando de levantarme la mirada, resistí el impulso de apartarme bruscamente de su agarre, en su lugar solo me zafe sutilmente.

—¿Por qué tienes la mejillas mojadas?— lo vi ponerse de cuclillas frente a mí e inclinarse, vi el momento exacto en el que sus ojos hicieron contacto con mi cara, porque su cara era de consunción y preocupación.— ¿Tanto te duele?

Sí.

    — ¿Ya tomaste algo?.— volvió a preguntar. Lo único que recibió de mi fue silencio. — Kookie, háblame. ¿Ya tomaste algo? 

Novios de mentira 🍥Jikook🍥Where stories live. Discover now