22.- No puedo...

10.2K 1.2K 410
                                    

POV JIMIN


Bien. Retomemos.

Estamos en medio de una fiesta, okey todo bien, estábamos celebrando la victoria, hasta aquí todo claro.....

Lo que no entiendo es..... ¿Cómo fue que Jungkook de un momento a otro término viendo unicornios?

Sólo me levante un momento para ir a saludar a uno de mis amigos y cuando volví, Jungkook estaba mucho más perdido a comparación a como estaba hace rato.

— ¡¿Lo drogaron?! — pregunte exasperado.

— Jungkook dijo que quería probar un poco. — Namjoon se encogió de hombros.

— ¡Les dije que lo cuidaran un momento! ¡No que le dieran polvos mágicos!

—Tranquilo Jimin. — respondió Taehyung arrastrando las palabras mientras se abrazaba a un muy divertido Hoseok.

Ese era otro que estaba igual o más perdido que Jungkook.

— ¿Tranquilo? — respondí suave, pero la verdad era que estaba a punto de que me diera un colapso nervioso. — ¿Cómo diablos quieres que esté tranquilo si me voy por un maldito momento y cuando vuelvo tienen a Jungkook creyendo que puede vomitar arco-iris?

Hice una señal con mi mano en dirección a Jungkook quién como ya había mencionado antes, estaba tratando de vomitar.

Me pase la mano por la cara exasperado.

— No es para tanto. — sonrió Yoongi.

— ¿¡Qué no lo es?! ¡¿Acaso no lo estás viendo?! ¡Está dopadisimo!

Jiho se rió. — Si, está bien drogado, creo que se nos pasó un poco la mano.

Lo fulminé con la mirada.

— Ah, pero el niño quería traerlo. — siguió diciendo Yoongi. — Y ya deja de quejarte que tú fuiste el que lo trajo, no debiste dejarlo a nuestro cuidado desde un comienzo.

— Se supone que debían cuidarlo. ¡Les dije cuídenlo, ahorita vengo!

— ¡Estás viendo que apenas y podemos cuidarnos nosotros mismos! — respondió Namjoon.

— ¡Si, pero pensé que podrían ser responsables por una vez en su vida!

— Pues no andes pensando. — Respondió Yoongi. — Oh sabes ¿qué? Mejor deberías pensar en no dejarnos a cargo a niños con cara de conejo mutantes.

— Su nombre es Jungkook.

— Ya sé cómo se llama y deja de corregirme.

¡Dios!

Por cosas así, me cuestiono por qué sigo siendo su amigo.

Un día cuando nos fuimos de fiesta, se suponía que yo no iba a tomar porque era el encargado de hacerles de chófer. ¿Por qué? Porque ese día me tocaba a mí.

Me insistieron tanto en que me les uniera a su festejo que no me pude negar así que al día siguiente desperté sin mis zapatos, con un dolor de infiernos y en medio de una calle que en mi vida había visto. y por si fuera poco mis amigos regados en medio de la calle.

Me dio tanta vergüenza, porque los autos que pasaban les pitaban para que se movieran y algunos hasta tomaban fotos, y yo como buen amigo que fui....

Los deje ahí tirados en modo de venganza por hacerme pasar un mal rato.

—Olvídenlo, no se puede pedir nada de ustedes más que para alcohol. ¡Para eso si están!

Novios de mentira 🍥Jikook🍥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora