Novios de mentira 🍥Jikook🍥

41.- Juego, gritos y una noticia inesperada

Era viernes por la tarde cuando vi a Jimin cruzar el marco de la puerta del lugar donde trabajaba, dejándome sorprendido, puesto que no habíamos quedado de vernos, aunque claro, él podía venir cuando quisiera, sin embargo, no me había dicho nada.

Lo vi lanzarme una mirada fugaz al mismo tiempo que una sonrisa se pintaba en sus labios, parpadee sin comprender nada mientras limpiaba rápidamente la mesa donde estaba.

— Yo me encargó.— avisé a Taemin al verlo caminar cansado hacia esa dirección, por lo que mi compañero de trabajo no se negó.

Hoy particularmente había estado bastante movido, normalmente los viernes asistían muchos muchachos a debido a que al día siguiente era fin de semana y podían distraerse cuánto quisieran.

Una sonrisa más grande apareció en los labios de Jimin al momento en que llegué a su mesa.— Hola Kookie.

— Hola.— saludé manteniendo mi distancia, aunque era mi novio, este era mi lugar de trabajo, por lo que no me podía permitir dar un espectáculo de nuestras muestras de amor, y Jimin lo entendía.— ¿Qué haces aquí?— pregunté más bien curioso por su visita al mismo tiempo que limpiaba la mesa que estaba ocupando.

— Vine por ti.— Al ver mi gesto confundido decidió aclarar.— Como el partido es en unas cuantas horas, pensé que era buena idea venir por ti y de ahí, irnos juntos.

Un sonido amortiguado salió de mí sin poder evitarlo al escucharlo, definitivamente mi novio podía llegar a ser muy tierno, y aunque el sonido no lo pude retener, mis demás acciones sí, por lo que mantuve mis manos quietas para evitar agarrar sus mejillas y amasárselas. 

Al ver mi reacción Jimin rió abochornado.— Esta bien, tomaré eso como un estoy de acuerdo.

— Me gusta mucho la idea.— concordé de muy buen humor.— ¿Vas a pedir algo? Te lo invito.

Lo vi hacer una mueca.— Ya me invitaste el miércoles que fuimos a comer, esta vez yo pagaré. Además es tu lugar de trabajo Jungkook, no estarías cobrando nada si cada que vengo me invitas algo.

Hice un mohín ante la observación de Jimin.

— Podemos seguir con nuestra treta mientras no estés en tu lugar de trabajo, ¿te parece?

— Está bien.— asentí con un suspiro.

— Vamos quita esa cara, además tengo un regalo para ti.

Enseguida mi corazón se aceleró y una exclamación emocionada salió de mí sin poder evitarlo causándole una sonrisa a Jimin al instante.

— ¿La traes contigo? — pregunté sin poder contenerme mientras me inclinaba hacia él directamente en dirección a su mochila, que se encontraba del otro lado de él, justamente del lado de la ventana.

— Por supuesto.— Jimin simplemente asintió hacia mí con una expresión orgullosa.

— Y...

— ¿Y...?— Jimin me miró con una sonrisa  burlona queriendo aparecer en sus labios.— ¿Necesitas algo?

— Jimin.— me quejé.— Quiero verla.

— Y lo harás, pero no puedes verla hasta que no vayamos al partido.

Boqueé sin poder creerlo.— Pe-pero ¿por qué? — tan horrorizado como estaba, tenía unas intensas ganas de ver mi camiseta, y sabía que la curiosidad me iba a matar hasta entonces si es que lo que decía era enserio.— Jimin, por favor. ¿Sí? 

— No, tienes que ser paciente.

— Pero quiero verla ahora.— Jimin negó con la cabeza.— Aunque sea solo de lejitos, ¿sí?, Así desde tu mochila.