25.- Sensaciones irreversibles

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Cansado.

Esa palabra me definía en este momento.

Después de que Jimin se fue y me dejó en la habitación, no pude pegar ojo en casi toda la noche. Mi mente no paro de darle vueltas al asunto de Jimin besándome sin razón alguna.

¿Lo peor?

Es que no me disgusto, ni de cerca. Al contrario, en vez de sentir las conocidas mariposas en el estómago, sentí un zoológico completo. Cada que pensaba en la calidez y textura de los labios de Jimin sobre los míos, mi corazón martillaba fuertemente sobre mi pecho y sentía el calor expandirse por toda mi cara.

Por más de que trate de no darle mucha importancia, mi mente me atormentaba con el recuerdo.

No creo haber dormido demasiado, y para cuando logre conciliar el sueño eran más de las tres de la mañana, lo cual era un horror porque tenía escuela.

Cuando me desperté a causa de unos toques en la puerta me sentí desconcertado, ya que no conocía el lugar en donde estaba y cuando escuche la voz de Jimin al otro lado de la puerta llamando para desayunar, sonó un click en mi cabeza rememorando los sucesos que pasaron la noche anterior.

Me costó trabajo levantarme y maldije en silencio al darme cuenta de que eran las seis con cuarenta minutos de la mañana.

¿Quién carajos se levantaba tan temprano cuando entrabas a las nueve a la escuela?

Me dispuse a ponerme la ropa que traía puesto el día anterior y doblar la ropa que Jimin me había prestado, y la puse sobre la cama.

Al llegar al comedor me di cuenta de que era el único que faltaba por bajar a desayunar, así que me dispuse a tomar asiento a lado de Jimin, con el señor y la señora Park enfrente.

— Buenos días. — dije al sentarme.

Y tanto Jimin como su papá solo asintieron en mi dirección por andar más concentrados comiendo.

— Buenos días, Jungkook. ¿Cómo amaneciste?. — saludó alegremente la mamá de Jimin.

— Bien, gracias

— Mira, preparé Hotcakes. Supongo que te gustan ¿no? — asentí enseguida. — Me alegro. — sonrió. — Ahí hay miel o lechera, sírvete como a ti te guste. Hay chocomilk y jugo de naranja. ¿Qué prefieres?

Sonreí, la mamá de Jimin me recordaba a mi mamá cuando le agarraba por consentirme como si todavía fuera un niño chiquito.

— Chocomilk esta bien.

— Aww el niño todavía sigue tomando chocomilk. — oí la voz burlona de Jimin.

Lo miré mal.

— De seguro tu mamá no te dio chokomilk de pequeño y por eso quedaste así de chaparro. — conteste mientras me metía un pedazo de hotcakes en la boca.

Jimin me miró indignado y me fulminó con la mirada, mientras sus papás se reían de la situación.

— ¿Qué dijiste?

— Creo que me oíste perfectamente.

— Repítelo, niño.

— ¿A quién llamas niño?

— Al único inmaduro que veo por aquí.

— Me llamas inmaduro cuando tú eres el que hace escándalo porque le dije gnomo de jardín.

— Serás..

La mamá de Jimin se interpuso en medio de nuestra disputa antes de que siguiéramos con nuestra pelea sin sentido, según ella. Aunque a mi parecer no era sin sentido porque se nos hacía tarde para ir a cambiarnos para ir a la escuela.

Novios de mentira 🍥Jikook🍥Where stories live. Discover now