Novios de mentira 🍥Jikook🍥

08.- Pelea

Jimin me miraba entre confuso y preocupado.

— ¿Q-qué fue lo que dijiste? — preguntó después de un rato.

— Escuchaste perfectamente lo que dije. — contesté apretando los dientes.

—Jungkook yo...

— ¿Tú qué? — le corté.

— ¿Qué dijiste, kook? — en ese momento llegó Jin seguido de Tae.

Yo sólo negué con la cabeza y trate de limpiarme las lágrimas que no dejaban de caer por mis mejillas con el dorso de mi mano bruscamente.

— ¿Quién fue? — enseguida preguntó Tae seriamente.

Yo no respondí.

— ¿¡Quién fue maldita sea?! —repitió alterado.

Jin parecía no salir de su asombro por tal confesión.

— Tae, cálmate. — le dijo Hoseok a mi amigo acercándose a él.

— ¡No me pidas eso cuando me acabo de enterar lo que estuvieron a punto de hacerle a mi amigo! — dijo Tae al punto del colapso.

— Ven, vamos a que te calmes un rato. — dijo Hoseok tratando de llevarse a Tae de ahí.

Taehyung me dio una mirada de tristeza antes de voltearse y dejarse hacer por Hoseok.

—¿Hasta cuándo pensabas decirnos Jungkook? — escuché a Jin preguntar atrás de mí.

— No creo que esto sea tema para discutir cuando todos nos están viendo. — intervino Yoongi. — será mejor que hablen en otro lado Park.

— Jungkook. — escuché a Jimin llamarme. — vamos a otro lugar. — y seguido de eso me agarró de la mano y tiró de mí fuera de la cancha.

Todos los presentes siguieron cada uno de nuestros movimientos, desde el equipo completo de fútbol americano hasta los estudiantes espectadores que acaban de salir de sus clases y tuvieran la dicha de esterarse de lo que paso.

Jin se quedó en la cancha tratando de calmarse, mientras Namjoon hacía un excelente trabajo por distraer a mi amigo.

Jimin me guio hasta la parte trasera del colegio, era tranquilo estar ahí, por la razón de que casi no iba gente debido a que no había bancas para sentarse, había área verde por toda la parte trasera y hasta el fondo había un gran árbol.

Al detenernos Jimin me soltó y empezó a murmurar un montón de cosas inentendibles.

Se veía molesto.

¿Por qué?

—Te dije que no quería que fueras. — me dijo mientras me daba una mirada furiosa. —¿Me hiciste caso? No. Claro que no. ¿Por qué? Porque el niño se puso de berrinchudo.

— Si ya sabías lo que podía pasar ¿por qué no te quedaste conmigo?

—Dijiste >me se cuidar sólo, no soy un niño< . — me contestó entre dientes. — Quise creer en tus palabras y mira lo que paso.

— Ahora resulta que fue mi culpa.

Me miró cabreado.

— Sí, entiendo. Fue mi culpa porque a pesar de saber cómo eran las fiestas allá te dejé solo, pero también fue tu culpa por no acatar lo que te dije. Por no hacerme caso cuando te dije que no quería que fueras y encima te dije mis razones.

Agache la mirada. Entiendo su punto. Me enoja no tener la maldita razón, porque joder, acepto que fue mi culpa. Esto no hubiera pasado si le hubiera hecho caso desde el principio pero yo como todo un necio de primera quise hacer lo que se me dio la gana.