Novios de mentira 🍥Jikook🍥

43.- Tiempo juntos

Era la cuarta vez que revisaba el reloj en esta última media hora, pensando que por arte de magia los minutos iban a pasar más rápido, sin embargo parecía que el tiempo se había alentado, al punto de hacerme creer que tal vez y la hora en mi teléfono y en la tele estaban mal, porque no era posible que una media hora pasara tan lento.

Hice de mi recorrido por la casa por quién sabe vez, cerciorándome de que todo estuviera en su lugar.

Okey, hice una lista mental al mismo tiempo que pasaba por la sala y mi cuarto haciendo un chequeo rápido visual.

Palomitas, papas y golosinas, listo.
Películas, listo.
Refrescos, listo.
Edredones, listo.
Almohadas, listo.

Asentí satisfecho al mismo tiempo que trataba de controlar mis nervios, y es que era la primera vez que Jimin se iba a quedar a dormir en mi departamento después del tiempo que llevábamos juntos.

Cálmate, Jungkook. No es nada de otro mundo, más que pasar tiempo con tu novio.

"Mientras están solos sin ninguna interrupción". Pensé inconscientemente después.

Negué rápidamente al mismo tiempo que sentí mis mejillas calentarse en un intento de borrar la situación que me estaba empezando a imaginar.

E inmediatamente después, como si mi mente me estuviera haciendo una broma de mal gusto, me acordé el momento bochorno que pasé con Jimin en casa de mis abuelos.

— ¡Ahg! — grité, como si con eso pudiera borrar el recuerdo.

No, mejor aún. Que se borrase aquella situación que de vez en cuando se le ocurría pasar por mi mente sin razón aparente.

Me mordí el labio nervioso y suspiré. Está bien, el hecho de Jimin venga no quiere decir que va a pasar algo, simplemente veremos películas y listo.

Aunque lamentablemente no podíamos desvelarnos mucho, porque solo a nosotros se nos ocurría hacer una pijamada entre semana.
Fruncí el ceño cuando pensé que hubiera sido mucho mejor idea haberlo planeado para un fin de semana.

Suspiré, ya no había de otra. Saqué mi teléfono nuevamente para verificar la hora, Jimin vendría a las 5 y eran las 4:56.

Fui al baño a ver qué todo en mi estuviera en su lugar, ya que por las vueltas en mi departamento, probablemente pude haber sudado, aunque eso se lo atribuía más a los nervios.

Al verme al espejo y ver qué realmente estaba igual que antes, con el cabello un poco más esponjado que antes, decidí mejor ir a sentarme en el sillón a la espera de que llegara mi novio.

Ni bien estaba haciendo el amago de sentarme, cuando unos toques en la puerta me hicieron incorporarme enseguida.

Me asomé en la rendija de la puerta y mis nervios se crisparon más al ver que la persona del otro lado, era la misma que me estaba haciendo morir de los nervios desde el día anterior en el que decidimos hacer una pijamada.

Al abrir la puerta Jimin me miraba con una tímida sonrisa. Me permití mirarlo por un momento, apreciando lo bien que le quedaba aquella sudadera roja con jeans negros y sus timberlands, noté enseguida que traía una mochila colgando de lado.

— Hola.— lo saludé al mismo tiempo que me hacía a un lado para dejarlo entrar.

— Hola.— respondió alegre inclinándose a mí en un roce de labios al momento de pasar a mi departamento.— El clima afuera está más frío de lo que dijeron en el pronóstico.

— Supongo que trajiste ropa por si mañana estaba igual o peor.

— Claro, también traje ropa por si también se le ocurría que mañana fuera un día caluroso.— dijo alzando la mochila al mismo tiempo que caminaba hacia la sala conmigo detrás de él.— ¿Dónde puedo dejarla?