Capítulo 2

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Verónica Adams

Abrí los ojos lentamente y creí que vería el hermoso y tan destellante sol por mi ventana, pero lo primero que veo es el rostro de mi hermana. La verdad creí que estaría en el suelo durmiendo junto a su vómito, pero ella estaba perfectamente limpia, tal vez mi madre cuido de ella anoche. Me levante de la cama tratando hacer el menor ruido posible y me dirigí a la cocina.

En el comedor solo estaba mi padre con una tasa de café y se veía bastante pensativo, lo único que pude pensar era que mi madre no estaba por ninguna parte y a ella le encanta hacer el desayuno muy temprano.

No me moleste en preguntarle a mi padre sobre mi madre, pero aparentemente el lo dedujo.

- Virginia salio a comprar cosas para tú hermana, específicamente pastillas  -Dice mientras da pequeños sorbos a su café. Me senté a su lado y lo mire anonadada.

- Ni siquiera puedes llamarla esposa ¿o si? -Digo con un tono de diversión.
El me mira con cansancio.

- ¿Cuando dejaras de recordarme mi mayor error? -Dice sin mirarme a los ojos.

- Jamás -Respondo amargamente-. Sabes yo lo acepte, acepte el hecho de que preferiste a esa mujer en lugar de tu familia, me costo hacerlo, pero lo logre y ahora después de tanto me apartas de todo lo que conozco y amo solo por que te apetecía la idea de volver a intentarlo...

- Ronnie...

- ¡No me llames así!, ¡No me llames así maldita sea!, se que te separaste de esa mujer dos años después de dejarnos y esperaste siete años para volver a intentarlo, creo que ya es demasiado tarde Tom.

Me levante y sin mirar atrás me dirigí hacia la habitación, al entrar Victoria me mira con una mueca de disgusto.

- ¿No puedes simplemente perdonarlo y ya?, eso haría las cosas mas fáciles para todos Verónica, por favor madura -Dice dirigiéndose a la puerta.

- No necesito de los consejos de una alcohólica -Digo sin cuidar mi tono.

Rápidamente me dirijo al baño y cierro la puerta. Decido tomar una larga y refrescante ducha.

Al salir decido ponerme unos pantalones cortos y una blusa holgada negra y mis tenis de siempre. Bajo nuevamente y a la primera y única que veo es a mi madre, esta sentada en la sala tejiendo. Eso me trajo muchos recuerdos, mi madre solo teje cuando esta preocupada o triste. Me dirijo hacia la sala y me siento a su lado.

- ¿Dónde esta Victoria?
Ella dejo de tejer y me miro, pude ver que sus ojos estaban vidriosos y su maquillaje estaba un poco corrido.

- Salio con tu padre.

- ¿Estas bien?

- No Verónica, no estoy bien, estoy preocupada, Victoria volvió a beber y ni siquiera veo un poco de arrepentimiento en ella, ¿Qué debo hacer?

- Debemos volver a casa mamá...

- Esta es nuestra casa Verónica entiéndelo.

Antes de que respondiera la puerta se abrió y mi padre entro junto con Victoria. Ella se veía bastante entusiasmada, nos saludo y luego se fue corriendo al cuarto. Mi madre y yo miramos a mi padre esperando una respuesta.

TóxicoWhere stories live. Discover now