Capitulo 44

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Victoria Adams

Ya había pasado dos semanas desde mi primera reunión y ayer fui a otra. No quería decirle nada a mis padres y seguía sin hablarle a Verónica. El único que lo sabía era Oliver.

Cada día me gustaba más estar con él. En ocasiones me sentía estupida, pero la mayoría del tiempo que pasaba con él me sentía feliz. Pero no todo era color rosa.

Mientras estaba realizando cosas que tenía pendientes de la escuela, recibí un mensaje de Oliver:
"¿Quieres ir a cenar?, espero que si, porque ya estoy esperándote."
Baje las escaleras más rápido que la luz, pero alguien ya había abierto la puerta.

- ¿Oliver, qué estás haciendo aquí? -Le dijo Verónica. Me acerque a ella intentando parecer relajada.

- ¿Qué sucede? -Dije haciendo notar mi presencia. Oliver me miró con alivio y Verónica se miraba realmente consternada.

- O... Oliver, ¿Qué haces aquí? -Repitió Verónica.

Creí que este sería el día. Creí que todo se revelaría y que Verónica se sorprendería, pero...

- Quería hablar contigo -Contestó intentando sonar casual.

- A.. mmm... ¿Claro? -Verónica, claramente, estaba confundida y yo estaba perpleja.

Oliver y yo jamás habíamos hablado sobre Verónica o Leo, pero tampoco llevábamos mucho tiempo saliendo y tenía cosas más importantes que arreglar, como un asunto llamado Eliot.

Verónica salió y yo fui directo a la ventana para ver cómo se alejaban y pensé en seguirlos y escuchar su conversación, pero después decidí seguir con mis pendientes.

No pasó mucho tiempo cuando Verónica regresó a casa y seguía sin hablarle, así que no le pregunte nada.

Espere que Oliver me enviara algún mensaje explicándome lo aparentemente obvio, pero no recibí nada y yo decidí enviarle un mensaje.
"Tenemos que hablar."
"Estoy en el muelle"
Mire el reloj y eran tan solo media noche. Salí del cuarto para dirigirme a la puerta principal. Mis padres estaban ya en su cuarto, así que escabullirme fue fácil.
Camine hasta el muelle y me arrepentí de no haber llevado un suéter.
Mire a Oliver en el comienzo del muelle.

Ya estando a su alcance me tomo de la cintura y me acercó a él con la intención de darme un beso, pero me aparte.
- ¿Está todo bien? -Preguntó.

- ¿Por qué no le dijiste a Verónica? -Dije y él pareció no entender.

- ¿A qué te refieres?

- Sobre nosotros -Me costaba mucho decirlo-. ¿Te avergüenzas de...

-Claro que no, Victoria -Aclaró rápidamente-. Soy el hombre más afortunado porque te tengo a mi lado, simplemente creí que no querías que ella se enterara.

- No se como reaccionaría, pero quiero que lo sepa. No quiero que esto sea un secreto -Me acerque a él y le rodee la cintura con mis brazos.

- Creo que es mejor para los dos que se quede como un secreto...

- ¿Qué?

TóxicoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora