Verónica Adams se muda a un pueblo sureño, en donde su padre intenta reestablecer la relación con ella y su hermana. Verónica esta sumamente molesta, ya que, dejo toda su vida en Texas para ir a un pueblito y encontrarse con el hombre que la abandon...
24 de diciembre, un día para estar con al familia y esperar la llegada de santa. Todo suena realmente bello, verdad, pero cuando creces santa pasa de ser un dios a ser un engañó y las fiestas solo son para comer y no para disfrutar.
Los abuelos habían venido desde Texas para vernos y mis padres no paraban de ser tiernos y lindos para dar una buena impresión. Yo seguía siendo como siempre: un desastre.
- Estoy fascinada con este lugar -Dijo mi abuela mientras desayunábamos-. Que gran lugar elegiste Tom -Le dijo a mi padre con una sonrisa en el rostro-. Pero que mala suerte que te hallas mudado aquí con esa mujer y no con mi preciosa hija -Mi madre casi se atraganta con un pedazo de fruta, mientras que mi padre no sabía si reír o pedir disculpas. Verónica intentó reprimir una risa, pero al igual que yo no lo logro.
Amo a mi abuela. Se llama igual que mi madre, Virginia y es sencillamente encantadora. - Déjalo ya, no haz parado de bombardearlo con eso en lo que va del mes -Le dijo el abuelo cansado de la situación. Martín el típico abuelo gruñón, quien solo es lindo con nosotros. -¿Acaso la culpa es mía? -Preguntó la abuela-. No verdad, yo no me largue por ahí y abandoné a mi hermosa familia. -Se que me equivoque Virginia -Le dijo mi padre-. Lo siento. -No debes disculparte conmigo Tom, es con ella -Apunto a mi madre-, y con ellas -Nos apuntó-. Recuérdalo, en este vida solo la segunda oportunidad es genuina.
Mi padre no dijo nada después de eso y mi madre y mi abuela discutieron sobre el clima. Después de desayunar mi abuela quería ir a ver la plaza y mi madre la complació, mi abuelo y mi padre fueron a la tienda y Verónica y yo nos quedamos preparando todo para la cena de esta noche. -¿Te ha dicho algo Lucas? -Me le pregunte a Verónica. Lucas y Cárter se habían marchado a New York para pasar las fiestas con su familia.
-No, le hable el otro día, pero no contestó.
-¿Le insististe?
-No Victoria, por que no me importa -Me dijo con sarcasmo-. Lo llame como mil veces, no contestó y tampoco ha visto mis mensajes.
-¿Carter?
-Igual, se esfumaron los dos -Me dijo disgustada-. Cambiando de tema, me dirás ¿qué sucedió en esa fiesta?
- No -Le dije con firmeza. Y la imagen llegó rápidamente y sin preguntar a mi cabeza.
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- ¿Por qué? -Me dice Verónica con insistencia.
- Por que no quiero.
- Acaso -Comenzó a adivinar-, lloraste como una loca otra vez o comenzaste a decir que eras una asesina otra vez o...
