Capitulo 50 (Final)

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Leo García

Creía conocer lo que era el dolor, realmente lo creía, hasta que la perdí.

Su rostro pálido seguía en mi memoria. Ese momento cuando supe que todo estaba perdido. El disparo, todo sigue presente en mis pensamientos, cada segundo de cada día.
Me odio por haberla dejado ahí esperando a la ambulancia, ella no lo merecía.
No fui al funeral, no creí que iba ser bienvenido. Todo esto ha sido mi culpa. Yo sabía lo que podía ocurrir si mi padre se enterara y aún así no pude alejarla de mi. No la protegí, no la ayude como ella lo hizo conmigo. Pero la amo, la amo tanto que duele cada instante, cada momento que ella no está a mi lado. Por eso haré lo correcto, haré lo que ella siempre quizo que haga. Lo haré por ella.

Lo tenía todo planeado. Sabía perfectamente en quienes confiar y en quienes no. Mi padre tenía comprada a la mayor parte de la policía, pero siempre habrá una excepción. El oficial Smith era intachable, jamás se dejó sobornar y perdió muchas cosas gracias a ello. Por eso se que puedo confiar en él. pero eso no es suficiente. Necesito la ayuda de alguien más. Por eso estoy aquí.
Toco el timbre suavemente y el estruendo que esté provoca solo aumenta mis nervios. La puerta se abre y veo a una mujer bien vestida, algo normal en ella.

- ¿Leo? -Pregunta, se ve realmente confundida.

- Necesito tu ayuda, madre -Imploro. La confusión abandona su rostro y veo atisbos de sabiduría.

- Pasa -Se posicionó a un lado para que yo pudiera entrar. Dentro de la casa todo estaba en desorden. Juguetes de niño por todos lados y la televisión estaba prendida sin que ningún ser pusiera atención a esta-. Escuché lo que sucedió con Verónica, lo siento, pero yo se lo advertí.

- No quiero escuchar eso madre, necesito ayuda para encerrar a mi padre en la carcel -Confieso y ahora que lo dije en voz alta puedo confirmar que este deseo es sumamente absurdo.

- Sabes que eso es imposible, aunque alguien se atreviera a encerrar a tu padre, siempre existiría alguien lo suficientemente egoísta como para ayudarlo a volver a salir.

Sabía que ella tenía razón, pero debía existir alguna forma.
- Tiene que ver alguna manera -Pensé en voz alta.

- No la hay. Porque mejor no olvidas todo esto, sigue adelante, aléjate de tu padre. Puedo ayudarte con eso.

- No, no, jamás olvidaré lo que mi padre hizo, lo que le hizo a ella. Todo esto es mi culpa y sufriré lo que tenga que sufrir para poder vengarla -Me dirigí a la puerta. Fue un total fracasó haber venido hasta aquí-. Ahora tengo que irme...

- Leo.

- Cuídate y cuida de Georgina.

Antes de abrir la puerta tomó mi mano para frenarme y me dio un abrazo rápido y cálido.

- Perdón por no haber echo más en el pasado -Murmuró con pesar.

- Hasta pronto madre -Me despedí y salí con dirección a la comisaría.
Lo tenía todo planeado en mi cabeza. No era el mejor plan y podía salir muy mal, pero sabía que sería efectivo y eso era la única que me motivaba a hacerlo.

Llegué a la comisaría y pregunté por el oficial Smith, el se rehusó a verme en un principio, pero insistí y logré verlo.
- Lárgate niño o te pongo estas esposas y no me importa el riesgo que corra, tu padre no me asusta -Me dijo en cuanto me vio.

TóxicoWhere stories live. Discover now