Capitulo 37

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Verónica Adams

31 de diciembre, tan sólo veinticuatro horas para un nuevo año, para nuevas oportunidades, nuevos propósitos, nuevas experiencias y generar nuevos recuerdos. Me encanta.

Los abuelos se fueron hace tres días a Mexico para visitar al tío Dan. La casa se sentía vacía sin las risas de la abuela, sin los anécdotas del abuelo. El único que se sentía aliviado por la falta de mis abuelos era mi padre, ya que la abuela ya no estaría para hacer comentarios indirectos por dejarnos. Los comentarios me parecían un poco divertidos, pero ya había superado esa situación, ahora amo este lugar y estoy feliz de estar con mi padre. Aunque los problemas jamás terminan.

Esta noche mis padres irán a la fiesta de Año Nuevo de mi madre, mientras que yo iré a dar un paseo con Leo por el muelle. La feria ya se había ido a otro lugar, pero la magia del muelle seguía ahí y quería ir con él.

Últimamente no tengo idea de lo que le sucede a Victoria, la moto muy dispersa, muy pensante y muy consternada. Tengo unas leves sospechas, pero nada concreto. La he visto así un par de veces y siempre es por remordimiento, pero no creo que esa sea la razón. Tal vez hizo algo que no quería o simplemente está preocupada por la escuela. Sea lo que sea no me lo quiere decir.

También ha estado recibiendo muchas visitas de un nuevo chico. Eliot, no ha parado de hablar con ella, creo que algo lindo pasa entre ellos.

Llegada la noche, tomó una larga ducha reconfortante y cuando salgo comienzo a prepárame. Me peino, me maquillo y me visto lo mejor que mi buen gusto me permite. Elegí un hermoso vestido de floreado de color rosa pastel, casi blanco y me puse unos zapatos dorados. Me veía bien.
- ¿Qué opinas? -Le pregunte a Victoria. Ella despegó la vista de su teléfono y la posó en mi.

- Te ves muy bien -Me dijo con una sonrisa en el rostro. Le regrese el gesto y me dedique a ponerme perfume.

- ¿A donde irás tú? -Le pregunto mientras me veo en el espejo. Quería que el collar que me había regalado Leo resaltara y decidí recoger mi cabello para que luciera.

- Saldré con Eliot -Dijo sin más.

- ¿A donde?

- Iremos a una fiesta y de echo se me hace tarde -Dice apresurada. Entra en el baño y yo salgo de la habitación para dirigirme a la planta baja.

Mis padres están preparando todo para irse.
- Qué linda te vez -Me dice mi madre con dulzura.

- Gracias, tú también Licea despampanante, mamá -Le digo con la misma dulzura.

- Ya nos vamos, le dices a Victoria que tiene que venir a la fiesta esta noche, de acuerdo -Me dice y yo no entiendo nada.

- ¿Por qué?

- Preparó un pastel especialmente para esta fiesta y ahora no lo quiere llevar. Así que como buena madre la obligue a mostrarle al mundo sus talentos -Dice con orgullo-. Díselo.

- Sí -Le prometo y los veo marcharse.

Me siento en el sofá y espero a que llegue Leo. En mi espera decido buscar alguna película para entretenerme. Al final decido ver 16 velas.

La película no iba ni a la mitad, cuando Victoria bajó de la habitación. La mire y se veía muy linda.
Mientras bajaba las escaleras se estaba colocando unos pendientes brillantes, que iluminaban sus ojos. Llevaba puesto un vestido corto color verde y unos zapatillas plateadas. Llevaba su rubia cabellera en un moño desarreglado y un realmente sutil maquillaje.
- Wow -Dije-. ¿Te arreglaste así en solo unos minutos?

TóxicoWhere stories live. Discover now