Capitulo 48

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Verónica Adams

No sabía a dónde ir. No quería volver a casa, no podía. No sabía cómo se lo diría a mi madre o como estaría ella si mi padre se lo dijo. No sabía nada y no quería saber.
Huir, quería huir de todo. Huir a un lugar seguro.
Llame a Leo.
- Verónica -Contestó al tercer tono.
- ¿Donde estás? -Se escuchaba alterado.
- Estoy ocupado, te llamaré cuando pueda, ¿de acuerdo?
Me sorprendió su respuesta, pero igualmente respondí al momento.
- Mmm, claro.
- Verónica...
- ¿Sí? -Él se quedó un momento en silencio.
- Cuídate  -No me dio tiempo de responder nada porque colgó y tampoco sabía porque me había dicho eso. Parecía una despedida.

Antes de llamarle de nuevo a Leo, entró una llamada de Bella.
- ¿Si? -Conteste.
- Rachel está en su casa y Carter también, me dijo Lucas que podríamos ir a su casa en la tarde para ver a Carter y luego ir a casa de Rachel para verla.
- Sí, sí, para mi esta perfecto. ¿Cómo están?
- Están mejor, pero están algo asustados.
- ¿Por qué?
- Ya encontraron a los imbeciles que los atacaron.
- ¿Cuando sucedió eso?
- Esta mañana, Rachel los identificó. Lo siento Verónica me tengo que ir, te explico mejor todo más tarde.
- De acuerdo, adiós.
- Adiós.

Me preguntaba si Leo logró encontrar a los atacantes o solo fue coincidencia, fuera como fuera me alegraba de que ellos no podrían volver a herir a mis amigos.

De nueva cuenta no sabía a dónde ir, no podía ir con mis amigos porque estaban ocupados, al igual que Leo y mi casa no era una opción otra vez. La única opción que tenía era caminar, caminar e intentar distraerme.

Camine por la playa dejando que el sonido de las olas me distrajera. Hacia viento, era frío, pero el calor del intenso sol me dejaba andar libremente sin temblar. Sentí paz, calma. Mi mente se puso en blanco y jamás me sentí más tranquila en mi vida, pero no todo dura para siempre y la calma se puede alterar con facilidad.

Frente a mi apareció William, estaba corriendo, como la primera vez que lo vi. Me prepare para sus chistes odiosos y sus estupideces.
- Verónica -Me llamó en ciento estuvo lo suficientemente cerca como para reconocerme.

- No tengo tiempo William -Le dijo con disgusto.

- Vamos, no has escuchado las buenas noticias -Conocía perfectamente sus intenciones y sabía hacia dónde iba-, tendremos un pequeño hermanito. ¿No te parece increíble?

- Largo -Comencé a caminar, pero no están fácil huir de una pesadilla. Él me siguió.

- Por favor, solo escúchame. Mira quiero organizar una gran fiesta para la revelación. Sabes eso de si va a ser niño o niña, puedes ayudarme perfectamente.

Hasta ese momento no me había preguntado cuántos meses de embarazo tenía... bueno al final no importaba, el echo no cambiaba, ella está embarazada y mi familia otra vez estás rota. Pero estaba vez será diferente, dolerá más, el dolor será menos soportable.

- Aléjate de mi -Mascullé con rabia.

- Espera todavía falta la mejor parte, las invitaciones -Me detuve-, la invitada de honor será tu madre -Llegó a mi límite. Me giré y lo golpeé en la cara con todas las fuerzas que tenía en el momento. Él emitió una carcajada.

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